Los sargentos de La Granja ante Mª Cristina
Cuando
don Benito Pérez Galdós comienza a escribir el primer episodio de
esta tercera serie, Zumalacárregui en abril de 1898, ya tenía
configurados en su mente los nueve títulos más: Mendizabal, De
Oñate a La Granja, Luchana, La campaña del Maestrazgo, La
estafeta romántica, Vergara, Montes de Oca, Los Ayacuchos y Bodas
Reales.
La
cronología que abarca esta tercera serie va de 1833 a 1846, periodo
agitado de la vida española, que incluye la primera guerra carlista
durante la Regencia de M.ª Cristina y su finalización con el
Convenio de Vergara, la Regencia de Espartero, su caída, la mayoría
de edad de Isabel II, la subida al poder de Narváez, que inaugura la
década moderada y el matrimonio de la reina (Bodas Reales).
Luchana es la cuarta novela de la tercera serie de los EE. NN., publicada en 1899 por El Establecimiento Tipográfico de la Viuda e Hijos de Tello de Madrid.
Toma
el título de la batalla de Luchana (1836) y describe el segundo
sitio de Bilbao en el marco de la primera guerra carlista. El general
Baldomero Espartero obtuvo allí un a victoria que le valió el
título de Conde de Luchana.
Este
episodio prosigue la acción desarrollada en el anterior, De
Oñate a La Granja, protagonizado por el liberal y romántico
Fernando Calpena, que siguiendo los consejos del médico, se queda un
mes en La Guardia en casa de las hermanas Castro-Amazága. En el
último capítulo de De Oñate.., don Pedro Hillo le informaba
del motín de los sargentos en La Granja, el 12 de agosto, en estos
términos: “En este momento me dicen que se ha sublevado la Guardia
Real, de guarnición en este Real Sitio, y que los sargentos se
dirigen a Palacio a pedir a su majestad que restablezca, proclama y
jure la Constitución del 12...Dios nos tenga en su mano”1.
Luchana,
pues, comienza con una nueva carta fechada el 14 de agosto de 1836,
ahora remitida por la ‘desconocida señora’, en la que le informa
con detalle del Motín de los sargentos de La Granja.
Una
segunda carta de la señora incógnita, ahora cargada de ironía, da
más detalles de aquella sublevación, que provocó la sustitución
del Estatuto de Martínez de la Rosa por la Constitución de 1812.
Pero, además de la parte histórica, hay comentarios de índole
personal: le acusa ser poco comunicativo en sus cartas y le ruega que
le escriba a don Pedro Hillo, ahora en Madrid.
Don
Pedro Hillo también le escribe una carta en la que mezcla la
realidad histórica y los asuntos privados. Don Pedro le insta a que
acepte el matrimonio con Aura: “Unirte con ella en santa coyunda,
dando con esto por cerrado el ciclo de las aventuras caballerescas
“2.
También
le dice que vaya a Bilbao y se presente al señor Ildefonso Negretti
y le pida la mano de su sobrina Aura.
Calpena,
pues, cuando está en vísperas de marcharse hacia Bilbao es
informado por el sacerdote José M.ª Navarridas, que tienen la
intención de casar a Demetria Castro-Amézaga con don Rodrigo de
Urdaneta Idiáquez, joven de ilustre familia, honrado y trabajador,
cuya visita esperan.
La Guardia (Álava)
Fernando
Calpena abandona La Guardia acompañado por su criado Sabas en
dirección a Miranda de Ebro. El motivo de este viaje es
entrevistarse con el herrero Bonifacio Gay, que había escapado de la
maestranza carlista, que dirigía Ildefonso Negretti. Gay sabía que
Ildefonso había caído en desgracia, encarcelado por una carta de
Mendizábal, liberado por el infante don Sebastián y ahora residía
en Bilbao con los Arratia, hermanos de su esposa, Prudencia; antes
había vivido en Bermeo con su sobrina Aura, la bella muchacha que
despertaba el interés de los jóvenes; pero ella no podía olvidar a
su primer pretendiente, del cual no tenía noticias desde hacía
tiempo.
Calpena
pregunta a Bonifacio, dónde podía encontrar a Negretti y éste le
dice que en Bilbao, en el barrio de la Ribera, donde tienen la casa
los Arratia, hermanos de Prudencia.
La
ida a Bilbao se retrasa varios días debido al enfrentamiento entre
liberales y carlistas. En Trespaderne se encuentra con el viejo
conspirador don Beltrán de Urdaneta, abuelo del pretendiente de
Demetria, a quien esperaban en La Guardia con toda su familia para
concertar la boda con Demetria. Este personaje libertino, derrochador
y exdonjuán está seguro que su nieto no se entenderá con la
mayorazga de los Castro-Amezága, ya que su nuera sólo quiere el
dinero de la acaudalada casa.
Cuando
Calpena y don Beltrán conversaban en la cocina de la posada de
Villacomparada, aparece un rudo muchacho, que se expresa en vascuence
y le mira. Vuelve a aparecer montado en un burro; entonces Sabas hace
sus indagaciones y el caballero del burro es bilbaíno, mudo y se
llama Churi (Vicente) y se dedica a comprar cortas de madera para las
ferrerías.
El
tiempo y los facciosos impedirán por el momento la prosecución del
camino y la conquista del ideal: “A Bilbao por Aura” (XIII, 81).
Por
fin en Medina de Pomar se presentaron de golpe tropas cristinas, que
dejaron el camino despejado hacia Bilbao. Con ellas venía el general
Oráa y después llegó el General en Jefe del Ejército del Norte,
don Baldomero Espartero.
Don
Beltrán de Urdaneta, amigo de Espartero, va a visitarle y le informa
que los carlistas iban a sitiar Bilbao por segunda vez. Urdaneta
recomienda a Calpena que se una al general para entrar con él en la
ciudad.
Calpena
y su criado Sabas encuentran de nuevo a Churi en un caserío cercano
a Medina de Pomar, que al verles llegar entró en la casa y escribió
medio en castellano, medio en vascuence. “Señor Fernando: bayga
sarri sarri Bilbo”, lo que quiere decir: Vaya pronto, pronto a
Bilbao.
Calpena
y Sabas no pudieron acercarse a Bilbao, porque se encontraron con los
carlistas.
A
Churi le quitaron el pollino los facciosos y él la emprendió a
patadas y a mordiscos contra ellos; pero como alguno de los carlistas
le conocía, le perdonaron la vida. Caminando se fue hacia el mar,
donde le recogió una lancha de Plencia que lo dejó en Bilbao; donde
le agasajó toda su familia: los Arratia.
Desde
el capítulo XV se pierde el rastro de F. Calpena, del cual no se
sabrá más hasta que comparezca al final del episodio; aunque se le
nombra en repetidas ocasiones
El
Churi es un personaje que actúa como enlace entre las distintas
criaturas de ficción y los espacios novelescos. Churi conecta con el
mundo de los Arratia, familia de comerciantes de efectos navales, a
la cual pertenece. Tiene tres primos, José, Martín y Zoilo, hijos
de Sabino. Introduce, también, la segunda parte de la novela en la
que, además del asedio a Bilbao, se producen interesantes sucesos en
relación con la trama amorosa.
Los
Arratia vivían en Bilbao en el barrio de la Ribera y en la planta
baja tenía una tienda de artículos del mar y sus dueños eran:
Valentín, Vicente, Sabino y Prudencia.
Prudencia
Arratia se casó, en segundas nupcias, con Ildefonso Negretti y no
tuvieron hijos, éste era un gran experto en la fabricación de armas
y fue solicitado por los carlistas para servir a la causa
absolutista, que, a pesar de su neutralidad política, aceptó por la
oferta monetaria. Después le acusaron de masón y lo metieron en la
cárcel.
Antes
de trabajar para los facciosos como maestro armero y constructor de
proyectiles se fue a Madrid y trajo a su sobrina Aurora Negretti.
Mientras Negretti trabajaba para la facción en Oñate y Durango,
Aura residía en Bermeo con su tía Prudencia y en ocasiones con sus
primos, Churi y los hijos de Sabino. Ni que decir tiene que Aura era
una chica de una hermosura que hechizaba; de tal forma que le
salieron pretendientes por doquier; pero ella siguió siendo fiel a
su primer amor.
Fruto
de la convivencia con sus primos se va construyendo el primer
triángulo amoroso entre Zoilo-Aura-Churi, este último tendrá
todas las de perder por su sordera, lo que le humilla y le llena de
inquina.
Ildefonso
Negretti informa en una carta de su encuentro con Calpena en Oñate y
opina que es un caballero de excelente educación y que sus
sentimientos son sinceros. Aura al oír la noticia de la proximidad
de Fernando, se queda como atontada..
Prudencia,
haciendo honor a su nombre, traza otro plan para su sobrina: casarla
con Martín, hermano de Zoilo, joven con mucha educación y con gran
habilidad para el comercio. Por lo tanto ya tenemos un segundo
triángulo amoroso entre los dos hermanos: Zoilo-Aura-Martín.
Y
como Calpena no aparecía; ni daba motivos por su tardanza, le dieron
por muerto en alguna escaramuza de guerra, lo cual despejaba el
camino para el asedio a Aura.
Se
trasladaron a Bilbao y Aura tuvo que adaptarse al ambiente bilbaíno
y desde luego causó buena impresión en la juventud de la ciudad en
su primera salida por el Arenal.
Los
celos de Zoilo hacia su hermano Martín aumentan, porque éste,
miembro de la Milicia Urbana, trabaja en el escritorio de la tienda
codo con codo con Aura. Así las cosas, Zoilo valiente, decide
declararse, con el consiguiente asombro de aura.
Se
extiende el temor que Bilbao sufra un nuevo sitio. Los Arratia
deciden apoyar la causa isabelina y Zoilo (Luchu), poseído de
un gran ardor guerrero ingresa en La Milicia Nacional.
Llegó
Negretti a Bilbao en octubre desengañado de su colaboración con la
facción y anuncia que un gran sitio van a poner a Bilbao los
carlistas.
Comienza
así el asedio histórico a la ciudad, al mismo tiempo que el asedio
amoroso, de naturaleza ficticia, a Aura por parte de Zoilo. Como es
habitual en los Episodios, don Benito hace partícipes de los hechos
históricos a sus criaturas de ficción. En Luchana Zoilo se
convierte en el héroe bilbaíno en la Mallona y en el incendio del
convento de San Francisco, con estas acciones trata de mostrar su
valentía a Aura para conquistarla. Contrasta este carácter activo,
de firme voluntad con la personalidad soñadora de Calpena.
A
medida que transcurre el tiempo, Luchu con su fuerte voluntad,
sabe que puede conseguir lo que quiere. La ciudad resiste los envites
de los carlistas; pero Aura flojea en su fidelidad con un desparecido
Calpena. Zoilo le propone matrimonio y ella subyugada por su
personalidad, ya no se opone; aunque desea que, tras la liberación
de Bilbao, regrese Fernando.
Entre
tanto Espartero está con sus tropas en Portugalete desde el 25 de
noviembre y, a pesar de diferentes intentonas, no conseguía avanzar
hacia Bilbao.
El
20 de diciembre, cuando la batalla de Luchana estaba en su apogeo,
Sabino le cuenta a su hermana Prudencia las intenciones de boda de
Zoilo. El 21 se decide que se celebre la ceremonia a las 7 y
ocultárselo a Negretti, que sigue enfermo.
Cuando
Churi se entera de la boda, decide irse de casa; porque Zoilo no ha
tenido en cuenta que Aura está prometida a otro y la ha conquistado
por su arrojo. Churi, también pretendiente de Aura, abandona Bilbao
frustrado, pues su primo Zoilo consigue el amor de Aura.
Huyó,
Churi, en una chalana y recaló en Portugalete en aguas y tierra de
Isabel II. Desembarcó y buscó a una mujer de la que había estado
enamorado, Saloma, que ahora está unida a un militar cristino,
Baldomero Galán, aspirante a alférez
Churi
le pregunta a Saloma: -¿No conoces a un caballero joven llamado
Fernando Calpena? Y Saloma le responde sí, ahí está alojado en los
desvanes con el capitán Uhagón.
El
mudo pide papel para escribirle una carta a Calpena e informarle de
la reciente boda de Zoilo con Aura. Calpena reacciona violentamente y
le comenta a Uhagón: “Pienso… que hacen bien los carlistas en
no dejar en Bilbao piedra sobre piedra”(XXXVII,227).
Así
termina la trama amorosa de Luchana; pero no la bélica.
Espartero yacía enfermo de cistitis en la Casa de Jado y desde allí
daba las órdenes para atacar Luchana.
Era
la Nochebuena, caía nieve y granizo. Por fin los liberales
conquistaron el puente y pasaron a la orilla izquierda del ría Azúa.
El
general Oráa visitó a Espartero y le explicó lo difícil de sus
posiciones; entonces decide Espartero echar el resto y dirigir la
ofensiva fanal él mismo. Pasó el puente de Luchana y junto con Oráa
lanzaron una ofensiva que puso en fuga a los facciosos. Bilbao quedó
liberado en la Navidad de 1836.
A
las once de la mañana Espartero y su Estado Mayor deciden
presentarse a las autoridades.
Espartero
saluda a Calpena, que se encuentra en compañía de Uhagón y Ordax.
Calpena le dice a Espartero que Uhagón y él tienen familia en
Bilbao y que saldrán antes de las once. Uhagón le indica la
dirección de la casa de los Arratia en la Ribera, que tiene una
fragata pintada.
Calpena
se vio envuelto en la marea humana, que esperaba al libertador del
sitio. Por fin vio encima de una puerta una hermosa fragata navegando
a toda vela; pero lo que no esperaba es que la casa estuviera
cerrada.
El
final es un poco sorprendente y con muchos interrogantes: ¿Dónde
está la familia de Aura? ¿Se ha casado como escribe Churi? ¿Qué
ha sido del matrimonio de Demetria con el nieto de don Beltrán de
Urdaneta? ¿Qué va a hacer Calpena?
ESTRUCTURA
NARRATIVA
El
contenido narrativo de Luchana se presenta en 40 capítulos
numerados en romanos y con una extensión de 243 páginas en la
edición de Alianza Hernando.
La
primera parte está formada por los capítulos I hasta la mitad del
VIII, que corresponden a los tres meses de su estancia en casa de las
hermanas Castro-Amézaga (Demetria y Gracia) en La Guardia (Álava).
Estos
capítulos contienen dos cartas de la señora desconocida a Calpena,
en las que le habla del Motín de los Sargentos de La Granja y de
asuntos personales; y una única carta de don Pedro Hillo, en la que
le cuenta el estado de la corte como consecuencia del pronunciamiento
de los sargentos en La Granja y, además, le recuerda su compromiso
con Aura.
Segunda
parte desde la mitad del capítulo VIII hasta el XIV. Aquí Calpena
abandona La Guardia, acompañado de su criado Sabas y se dirigen a
Bilbao por diferentes vericuetos. El viaje está pautado varios
encuentros: Bonifacio Gay, herrero y compañero de Ildefonso Negretti
en la maestranza carlista, esposo de Prudencia Arratia y tío y tutor
de Aura; Don Beltrán de Urdaneta, viejo conspirador y abuelo de don
Rodrigo de Urdaneta Idiáquez, pretendiente de Demetria
Castro-Amézaga; Churi (Vicente) Arratia, un mudo montado en un
burro, bilbaíno, que de dedica a comprar madera para las ferrerías.
Este personaje será el enlace entre la ficción y los espacios
novelescos.
Una
tercera parte formada por los capítulos XV al XXI, que sería la
novela inserta de los Arratia y en ella se narra el origen y la
ocupación de esta unida familia; así como los dos triángulos
amorosos que se producen: Zoilo-Aura-Churi Y Zoilo-Aura-Martín.
Cuarta
parte del capítulo XXII al XXXVII, que de dedica a narrar el sitio
de Bilbao y la intervención de los hermanos Arratia Martín y Zoilo
en la defensa de la ciudad. Destacó, sobre todo, Zoilo por su ardor
guerrero y su firme resolución en conseguir el amor de Aura.
Y la
última parte del capítulo XXXVIII al XL, que corresponde al
desenlace de la novela: victoria de Espartero sobre los carlistas en
la batalla de Luchana, que le valió el condado de Luchana.
Y en
la ficción la frustración de don Fernando Calpena cuando llegó a
la casa de los Arratia y la encontró cerrada.
ESPACIO Y TIEMPO
Los
lugares que se recorren en este episodio, sin duda itinerante, son:
La Granja de San Ildefonso (Segovia), donde se produce la sargentada
y Madrid, donde se encuentra don Pedro Hillo.
Luego
viene La Guardia, donde Calpena está convaleciente, huésped de la
familia Cstro-Amézaga.
Posteriormente
Calpena y Sabas se dirigen a Miranda de Ebro para entrevistarse con
Bonifacio Gay,
Continúan
camino y en Trespaderne se encuentran con don Beltrán de Urdaneta.
De aquí siguen camino hasta Medina de Pomar, ya despejado el camino
de carlistas, tendrían la ruta expedita hasta Bilbao.
En
Bilbao, en el barrio de la Ribera, vivía la familia de los Arratia y
Prudencia en Bermeo.
También
aparece un lugar llamado Lupardo, donde tenían la ferrería los
Arratia.
Portugalete,
donde estaba Espartero con sus tropas desde el 25 de noviembre y no
conseguía avanzar; pero el espacio donde se libra la batalla de
Luchana es en los alrededores de Bilbao.
En
realidad en este episodio hay dos focos políticos: la Granja y
Madrid; otro foco bélico: Bilbao y alrededores en lo que respecta a
la parte histórica.
Y en
cuanto a la ficción está el espacio itinerante de Fernando Calpena
persiguiendo el amor de Aura de La Guardia a Bilbao. Prácticamente
el mismo recorrido que realiza Churi, elemento estructurante del
episodio.
En
cuanto al tiempo Luchana tiene una duración de 4 meses y medio, del
14 de agosto de 1836 al 25 de diciembre del mismo año.
Existe
una primera notación temporal en la primera carta: “En mi carta de
ayer- decía la señora incógnita con fecha 14 de agosto” (I, 7).
Una segunda notación . “En qué habíamos quedado- decía la dama
invisible en su carta del 15 de agosto” (IV, 23) .
Igualmente
don Pedro Hillo desde Madrid, le dice: “Aquí me tienes desde el
14, que vine a ciertas comisiones” (VI, 39).
Por
lo que respecta al año en el que se sitúa la ficción, además del
acontecimiento histórico del Motín de los Sargentos en 1836, don
Beltrán de Urdaneta confiesa tener 78 años: “Si señor yo vine al
mundo en la noble ciudad de Olite en 1758” (X, 62), con lo cual si
a esta cantidad le sumamos los 78 años de don Beltrán tendremos la
fecha de 1836.
Don
Fernando Calpena sale de La Guardia avanzado ya septiembre y no llega
a Bilbao hasta el levantamiento del sitio. En el capítulo XV,
Calpena desparece del relato, aunque se le cita varias veces y sólo
vuelve a parecer en el último capítulo, cuando entra en Bilbao y va
a casa de los Arratia.
El
sitio de Bilbao, según anunció Ildefonso Negretti y se confirmó,
comenzó los días 21 y 22 de octubre y los bilabínos comenzaron su
defensa.
“El
9 de noviembre recorrió las líneas el general Eguía con su
sombrero de copa forrado de hule y su largo levitón, metida en el
bolsillo la única mano de que podía disponer” (XXIV, 145).
Todo
indicaba que los carlistas iban a atacar y Espartero sin llegar.
El
17 de noviembre fue un día penoso; duró el fuego siete horas sin
interrupción.
Por
fin Espartero recalaba en Portugalete con un numeroso ejército, que
no tardaría en quebrantar las filas enemigas.
Y
hasta la Nochebuena de 1836 no tuvo lugar la batalla de Luchana, que
supuso el levantamiento del sitio de Bilbao, poniendo en fuga a los
carlistas.
EL PUNTO DE VISTA
Un narrador omnisciente dirige el relato poniendo el foco ora en Fernando Calpena, ora en Zoilo Arratia, ambos protagonistas de la mayor parte de las peripecias de la trama novelesca.
Además
están las tres cartas ( dos de la señora incógnita y una de Pedro
Hillo) a Fernando Calpena, narradas lógicamente en primera persona,
que alivian al lector de la presencia del narrador omnisciente.
Las
cartas por otra parte, dan la misma impresión de autenticidad
histórica que los documentos. Complementan la narración y relatan
bien enlazados, tanto los sucesos históricos como los hechos de
ficción desde perspectivas diferentes.
Después
están los diálogos vivos de los personajes, que dotan de polifonía
al episodio. Estos diálogos registran coloquialismos y también
expresiones en vascuence en boca de Churi: “bayga sarri sarri
Bilbo” o “Madrilgo gizona” ; todo ello para hacer la narración
más verosímil.
También
tenemos los monólogos narrados en primera persona, como expresión
de los pensamientos y de la vida interior de los personajes.
Podemos
destacar los monólogos de Churi: Zoilo y Churi rivalizan por el amor
de Aura; Churi lleva las de perder por su sordera; pero le saca a
relucir el “Madrilgo gizona” (El hombre de Madrid); Zoilo le
responde que ha muerto. Entonces Churi, herido en su orgullo, le
cuenta que su tía Prudencia quería casar a Aura con Martín; Zoilo
le contesta: no es verdad.
Este
es el monólogo de Churi: “Yo también la quiero (…). ¿pero qué
caso ha de hacer de mi? ¿Cómo ha de querer a un sordo” (XVIII,
110-111).
O el
minidiálogo teatral entre Zoilo y Churi por el mismo motivo, en el
que Churi se expresa a su modo, medio en vascuence (XXI, 129).
Hay
un último monólogo de Churi, cuando abandona Bilbao; porque su
primo Zoilo se ha casado con Aura: “Señor padre, adiós (…)
Adiós padre y pueblo...que lejos me voy (XXXV, 218-219). Churi se
marcha en una chalana y desembarca en Portugalete y allí encuentra a
Saloma y le pregunta por Calpena para comunicarle que Zoilo se había
casado con Aura. Churi pidió papel y con gran esfuerzo y garabatos
le escribió: “Anoche casó Aura con Zoilo Arratia” (XXXVII,
227).
Calpena
reacciona violentamente: “-¿Qué piensas – le preguntó su
amigo.
-
Pienso...que hacen bien los carlistas en no dejar en Bilbao piedra
sobre piedra” (227).
Y
dos monólogos de Aura; en el primero admira a Zoilo; pero piensa que
debe mantener su fidelidad a Calpena: “Es un bruto, pero no hallo
la manera de sustraerme a su poder(...)El mío es otro…, aunque
estoy enojada con Fernando, porque no viene (…), debo mantenerme
firme. Pero yo soy quien soy, y espero, espero, espero… ¿hasta
cuándo señor” (XXX, 182).
Otro
monólogo de Aura al fianl del capítulo XXX, en el que compara a
Zoilo con Calpena: “Y este Luchu es romántico? Puede que sí; pero
no como Fernando, un romántico se soñación; sino de acción...Así
lo veo yo. (188).
El
estilo indirecto libre también está presente, cuando el narrador
omnisciente expresa las ideas, los sentimientos de un personaje. Como
en este caso: Zoilo se queja de la marcha de Aura de Lupardo a
Biblbao y manifiesta sus celos hacia su hermano Martín: “Se
desesperaba el pobre Zoilo pensando cuán árida y fastidiosa sería
la vida en Bilbao. Allá vestirían a la niña de damisela (...)Aura
bajaría por las mañanas a la tienda, y como tenía tan bonita
letra, puede que Martín la pusiera en el escritorio, a su lado (…)
tocándose el codo de él con el codo de ella. No, mil veces no: esto
no lo sufriría” (XX, 122).
PERSONAJES
Históricos (Militares):
-del
bando constitucional: Baldomero Espartero, Marcelino Oráa, San Román
y los sargentos de La Granja.
Baldomero Espartero
La
Regente doña Cristina de Borbón
-del
bando carlista: los generales Eguía y Villarreal.
Bruno Villarreal
Ficticios:
Fernando
Calpena, héroe romántico, que comparte el protagonismo con Zoilo
Arratia.
Zoilo
Arratia, hombre de firme voluntad, verdadero protagonista del
episodio, que consigue el amor de Aura.
La
familia Arratia: Valentín, Sabino y Prudencia.
Valentín
Arratia, padre de Churi y dueño de una ferrería en Lupardo.
Sabino
Arratia, padre de José, Martín y Zoilo, dueño de una tienda de
efectos navales en Bilbao.
Prudencia
Arratia, casada con Ildefonso Negretti, sin hijos. Ildefonso
Negretti, armero, amigo de Mendizábal y tío y tutor de Aura
Negretti.
Churi
Arratia, primo de José, Martín y Zoilo, sordomudo, se dedica a
comprar madera para la ferrería y es el elemento de enlace de l
trama novelesca.
Hay
otros personajes secundarios como las hijas de la familia
Castro-Amézaga: Demetria y Gracia
Don
José M.ª Navarridas, sacerdote y su hermana doña M.ª Tirgo, tíos
carnales de la madre de Demetria.
Don
Pedro Hillo, sacerdote castrense y Mentor de F. Calpena, del que
recibe una carta.
Don
Beltrán de Urdaneta y su nieto don Rodrigo de Urdaneta Idiáquez.
Incluso
hay personajes muy esporádicos, como don Apolinar, cura que casó a
Zoilo con Aura.
Saloma,
la baturra, que había aparecido en el primer episodio de la serie:
Zumalacárregui, y ahora es compañera de Baldomero Galán, un
sargento enrolado en la división de Oráa. Churi padeció mal de
amores por Saloma; pero no fue correspondido, todo por la maldita
sordera.
SIGNIFICACIÓN
El motín de los sargentos de La Granja tuvo lugar los días 12 y 13 de agosto de 1836 durante la Regencia de doña M.ª Cristina de Borbón.
En
dicho motín un grupo de sargentos de la guarnición y de la guardia
real del palacio obligaron a la Regente a volver a proclamar la
Constitución de 1812 y a nombrar un gobierno liberal progresista
presidido por José M.ª Calatrava y con Juan Álvarez de Mendizábal
como ministro de Hacienda.
Este
motín de los sargentos estuvo precedido por sublevaciones de
carácter liberal progresista en Andalucía, Valencia, Zaragoza,
Barcelona y estado de excepción en Madrid.
Una
de las consecuencias del nuevo gobierno de Calatrava fue el
nombramiento de un nuevo Jefe del Ejército del Norte, cargo que
recayó en Baldomero Espartero.
El día 22 de diciembre de 1836 Espartero comenzó a maniobrar cerca del puente de Luchana, con ayuda de dos barcos de la marina británica y la española, cuyos bombardeos resultaron muy positivos. Su objetivo era el puente de Luchana, cortado por los carlistas y cuya reconstrucción era imprescindible para que las tropas cristinas pudieran liberar el Bilbao sitiado.
El
24 por la tarde lograron tomar posiciones en los dos extremos del
puente, gracias a las tropas llegadas en gabarras.
Los
enfrentamientos más duros tuvieron lugar el día de Nochebuena. Los
liberales comandados por Oráa se batieron con arrojo; pero los
carlistas lograron rechazar los ataques. La noche cerrada y la nieve
dificultaban las acciones bélicas. Los carlistas no cedían. Oráa
mandó a un corneta que tocara retirada, este confundido, tocó
ataque, lo cual le valió el triunfo a los liberales y Espartero
entró en Bilbao.
Hasta
aquí la parte histórica, que incluso con más fidelidad y más
pormenores narra Galdós en Luchana y sobre este cañamazo
histórico se teje la trama novelesca.
Veamos ahora el significado del la parte ficticia.Un hecho histórico de carácter liberal sirve de prólogo al episodio y otro hecho histórico igualmente liberal constituye el epílogo de Luchana.
Enmarcada
en estos dos hitos se encuentra la trama novelesca, en la que
Fernando Calpena comparte protagonismo con Zoilo Arratia, su rival en
el amor y figura contrapuesta a él por la fuerza primitiva y el
voluntarismo frente a la reflexión acomodaticia de Calpena.
Haciendo
un paralelismo entre los hechos históricos y la ficción, Calpena,
como los sargentos, dice don Pedro Hillo: “La nación transige con
los sargentos, acepta de ellos >>la traída de la
Constitución<< (…) En tu esfera has hecho la revolución (…)
Recoge, pues, a Aura en matrimonio religioso y legal” (VI, 40); sin
embargo Zoilo realiza una hazaña amorosa semejante a la victoria de
Espartero, con arrojo humano y virilidad. Zoilo consigue a Aura por
la fuerza de su voluntad
Contrasta
este carácter activo, de firme voluntad con la personalidad soñadora
de Fernando Calpena, que no consigue llevar a la práctica su
romanticismo. Como Aura es inteligente y, además, es instruida traza
un paralelismo entre Zoilo y Calpena en estos términos: “Y este
Luchu es romántico?… Puede que sí; pero no, como Fernando, un
romántico de soñación, sino de acción… (…) Todo el
romanticismo (…) de Fernando es el de los dramas, de los libros,
que son pura mentira...(…) Este Luchu no es así (…) Don Fernando
sueña, se emborracha con lo que ha leído…, quiere llevar todo
aquello a la acción, y no puede...(…) Zoilo no es romántico, sino
clásico (…) Se me ocurre el disparate d compararle con los dioses
antiguos, que tomaban figura de hombres (…) para andar por el mundo
y hacer lo que les daba la gana (…), sin que nadie pudiera oponerse
a su voluntad” (XXX, 188).
Luchana es la novela de un doble asedio: el de los carlistas a
Bilbao, y el de Zoilo a Aura
Aura
enamorada de Calpena resiste a todos los sitiadores que la
requiebran. Pero empieza el sitio, de un lado está Zoilo
interviniendo en todos los actos heróicos para defender la ciudad,
del otro Calpena, ‘revolucionario’ a su modo, que sueña con un
España ideal; pero fuera de Bilbao, con las tropas de Espartero que
intentan romper el cerco de los carlistas.
Zoilo
encarna la acción y el ardor guerrero; Calpena la cultura, la
ensoñación, la espera. Luchu representa al pueblo, que se ve
impelido a tomar las armas para defender la ciudad. Calpena es un ser
conformado por la cultura, la riqueza y protegido por los más altos
poderes del país y, además, tiene las prendas del perfecto
cortesano. Frente a este dechado de cultura y educación está Zoilo
que con su arrojo y valentía logra una doble victoria: la liberación
de Bilbao y la conquista de Aura.
Zoilo,
pues, tiene dos sentimientos: el patriótico y el amoroso; el primero
altruista en tanto que persigue un fin colectivo, la felicidad
nacional y el otro, la felicidad personal. Por último el espectáculo
épico, que supone la toma de Bilbao y el final de la novela, se
opone al espectáculo de opereta, que reina en La Granja, cuando se
produce la sargentada en el verano de 1836. En este sentido toma
mucha más importancia la figura simbólica de Zoilo con su fuerza
física al servicio de la libertad.
BIBLIOGRAFÍA
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Galdós, Benito, De Oñate a La Granja, Alianza
Hernando, Madrid, 1976
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Madrid
6 de febrero de 2018
Anastasio
Serrano
1Pérez
Galdós, Benito, De Oñate a La Granja, Alianza Hernando,
Madrid, 1976, p. 209 (VII-44)
2Pérez
Galdós, Benito, Luchana, Alianza Hernando, Madrid, 1976.
Ejemplar de lectura. Todas las citas textuales serán de sta edición
señalando capítulo y página.
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