martes, 13 de febrero de 2018

ANÁLISIS, ESTRUCTURA Y SIGNIFICACIÓN DE LUCHANA de B.P:G.


 



                            Los sargentos de La Granja ante Mª Cristina                                            
                                                       
 
 
 
 
 
 
Cuando don Benito Pérez Galdós comienza a escribir el primer episodio de esta tercera serie, Zumalacárregui en abril de 1898, ya tenía configurados en su mente los nueve títulos más: Mendizabal, De Oñate a La Granja, Luchana, La campaña del Maestrazgo, La estafeta romántica, Vergara, Montes de Oca, Los Ayacuchos y Bodas Reales.

La cronología que abarca esta tercera serie va de 1833 a 1846, periodo agitado de la vida española, que incluye la primera guerra carlista durante la Regencia de M.ª Cristina y su finalización con el Convenio de Vergara, la Regencia de Espartero, su caída, la mayoría de edad de Isabel II, la subida al poder de Narváez, que inaugura la década moderada y el matrimonio de la reina (Bodas Reales).


Luchana es la cuarta novela de la tercera serie de los EE. NN., publicada en 1899 por El Establecimiento Tipográfico de la Viuda e Hijos de Tello de Madrid.

Toma el título de la batalla de Luchana (1836) y describe el segundo sitio de Bilbao en el marco de la primera guerra carlista. El general Baldomero Espartero obtuvo allí un a victoria que le valió el título de Conde de Luchana.

Este episodio prosigue la acción desarrollada en el anterior, De Oñate a La Granja, protagonizado por el liberal y romántico Fernando Calpena, que siguiendo los consejos del médico, se queda un mes en La Guardia en casa de las hermanas Castro-Amazága. En el último capítulo de De Oñate.., don Pedro Hillo le informaba del motín de los sargentos en La Granja, el 12 de agosto, en estos términos: “En este momento me dicen que se ha sublevado la Guardia Real, de guarnición en este Real Sitio, y que los sargentos se dirigen a Palacio a pedir a su majestad que restablezca, proclama y jure la Constitución del 12...Dios nos tenga en su mano”1.

Luchana, pues, comienza con una nueva carta fechada el 14 de agosto de 1836, ahora remitida por la ‘desconocida señora’, en la que le informa con detalle del Motín de los sargentos de La Granja.

Una segunda carta de la señora incógnita, ahora cargada de ironía, da más detalles de aquella sublevación, que provocó la sustitución del Estatuto de Martínez de la Rosa por la Constitución de 1812. Pero, además de la parte histórica, hay comentarios de índole personal: le acusa ser poco comunicativo en sus cartas y le ruega que le escriba a don Pedro Hillo, ahora en Madrid.

Don Pedro Hillo también le escribe una carta en la que mezcla la realidad histórica y los asuntos privados. Don Pedro le insta a que acepte el matrimonio con Aura: “Unirte con ella en santa coyunda, dando con esto por cerrado el ciclo de las aventuras caballerescas “2.

También le dice que vaya a Bilbao y se presente al señor Ildefonso Negretti y le pida la mano de su sobrina Aura.

Calpena, pues, cuando está en vísperas de marcharse hacia Bilbao es informado por el sacerdote José M.ª Navarridas, que tienen la intención de casar a Demetria Castro-Amézaga con don Rodrigo de Urdaneta Idiáquez, joven de ilustre familia, honrado y trabajador, cuya visita esperan.

 
 
 
 

 
                                                         La Guardia (Álava)
 
 
 
 
 
Fernando Calpena abandona La Guardia acompañado por su criado Sabas en dirección a Miranda de Ebro. El motivo de este viaje es entrevistarse con el herrero Bonifacio Gay, que había escapado de la maestranza carlista, que dirigía Ildefonso Negretti. Gay sabía que Ildefonso había caído en desgracia, encarcelado por una carta de Mendizábal, liberado por el infante don Sebastián y ahora residía en Bilbao con los Arratia, hermanos de su esposa, Prudencia; antes había vivido en Bermeo con su sobrina Aura, la bella muchacha que despertaba el interés de los jóvenes; pero ella no podía olvidar a su primer pretendiente, del cual no tenía noticias desde hacía tiempo.

Calpena pregunta a Bonifacio, dónde podía encontrar a Negretti y éste le dice que en Bilbao, en el barrio de la Ribera, donde tienen la casa los Arratia, hermanos de Prudencia.

La ida a Bilbao se retrasa varios días debido al enfrentamiento entre liberales y carlistas. En Trespaderne se encuentra con el viejo conspirador don Beltrán de Urdaneta, abuelo del pretendiente de Demetria, a quien esperaban en La Guardia con toda su familia para concertar la boda con Demetria. Este personaje libertino, derrochador y exdonjuán está seguro que su nieto no se entenderá con la mayorazga de los Castro-Amezága, ya que su nuera sólo quiere el dinero de la acaudalada casa.

Cuando Calpena y don Beltrán conversaban en la cocina de la posada de Villacomparada, aparece un rudo muchacho, que se expresa en vascuence y le mira. Vuelve a aparecer montado en un burro; entonces Sabas hace sus indagaciones y el caballero del burro es bilbaíno, mudo y se llama Churi (Vicente) y se dedica a comprar cortas de madera para las ferrerías.

El tiempo y los facciosos impedirán por el momento la prosecución del camino y la conquista del ideal: “A Bilbao por Aura” (XIII, 81).

Por fin en Medina de Pomar se presentaron de golpe tropas cristinas, que dejaron el camino despejado hacia Bilbao. Con ellas venía el general Oráa y después llegó el General en Jefe del Ejército del Norte, don Baldomero Espartero.

Don Beltrán de Urdaneta, amigo de Espartero, va a visitarle y le informa que los carlistas iban a sitiar Bilbao por segunda vez. Urdaneta recomienda a Calpena que se una al general para entrar con él en la ciudad.

Calpena y su criado Sabas encuentran de nuevo a Churi en un caserío cercano a Medina de Pomar, que al verles llegar entró en la casa y escribió medio en castellano, medio en vascuence. “Señor Fernando: bayga sarri sarri Bilbo”, lo que quiere decir: Vaya pronto, pronto a Bilbao.

Calpena y Sabas no pudieron acercarse a Bilbao, porque se encontraron con los carlistas.

A Churi le quitaron el pollino los facciosos y él la emprendió a patadas y a mordiscos contra ellos; pero como alguno de los carlistas le conocía, le perdonaron la vida. Caminando se fue hacia el mar, donde le recogió una lancha de Plencia que lo dejó en Bilbao; donde le agasajó toda su familia: los Arratia.

Desde el capítulo XV se pierde el rastro de F. Calpena, del cual no se sabrá más hasta que comparezca al final del episodio; aunque se le nombra en repetidas ocasiones

El Churi es un personaje que actúa como enlace entre las distintas criaturas de ficción y los espacios novelescos. Churi conecta con el mundo de los Arratia, familia de comerciantes de efectos navales, a la cual pertenece. Tiene tres primos, José, Martín y Zoilo, hijos de Sabino. Introduce, también, la segunda parte de la novela en la que, además del asedio a Bilbao, se producen interesantes sucesos en relación con la trama amorosa.

Los Arratia vivían en Bilbao en el barrio de la Ribera y en la planta baja tenía una tienda de artículos del mar y sus dueños eran: Valentín, Vicente, Sabino y Prudencia.

Prudencia Arratia se casó, en segundas nupcias, con Ildefonso Negretti y no tuvieron hijos, éste era un gran experto en la fabricación de armas y fue solicitado por los carlistas para servir a la causa absolutista, que, a pesar de su neutralidad política, aceptó por la oferta monetaria. Después le acusaron de masón y lo metieron en la cárcel.

Antes de trabajar para los facciosos como maestro armero y constructor de proyectiles se fue a Madrid y trajo a su sobrina Aurora Negretti. Mientras Negretti trabajaba para la facción en Oñate y Durango, Aura residía en Bermeo con su tía Prudencia y en ocasiones con sus primos, Churi y los hijos de Sabino. Ni que decir tiene que Aura era una chica de una hermosura que hechizaba; de tal forma que le salieron pretendientes por doquier; pero ella siguió siendo fiel a su primer amor.

Fruto de la convivencia con sus primos se va construyendo el primer triángulo amoroso entre Zoilo-Aura-Churi, este último tendrá todas las de perder por su sordera, lo que le humilla y le llena de inquina.

Ildefonso Negretti informa en una carta de su encuentro con Calpena en Oñate y opina que es un caballero de excelente educación y que sus sentimientos son sinceros. Aura al oír la noticia de la proximidad de Fernando, se queda como atontada..

Prudencia, haciendo honor a su nombre, traza otro plan para su sobrina: casarla con Martín, hermano de Zoilo, joven con mucha educación y con gran habilidad para el comercio. Por lo tanto ya tenemos un segundo triángulo amoroso entre los dos hermanos: Zoilo-Aura-Martín.

Y como Calpena no aparecía; ni daba motivos por su tardanza, le dieron por muerto en alguna escaramuza de guerra, lo cual despejaba el camino para el asedio a Aura.

Se trasladaron a Bilbao y Aura tuvo que adaptarse al ambiente bilbaíno y desde luego causó buena impresión en la juventud de la ciudad en su primera salida por el Arenal.

Los celos de Zoilo hacia su hermano Martín aumentan, porque éste, miembro de la Milicia Urbana, trabaja en el escritorio de la tienda codo con codo con Aura. Así las cosas, Zoilo valiente, decide declararse, con el consiguiente asombro de aura.

Se extiende el temor que Bilbao sufra un nuevo sitio. Los Arratia deciden apoyar la causa isabelina y Zoilo (Luchu), poseído de un gran ardor guerrero ingresa en La Milicia Nacional.

Llegó Negretti a Bilbao en octubre desengañado de su colaboración con la facción y anuncia que un gran sitio van a poner a Bilbao los carlistas.

 
 
 
 
                                     
 
 
Comienza así el asedio histórico a la ciudad, al mismo tiempo que el asedio amoroso, de naturaleza ficticia, a Aura por parte de Zoilo. Como es habitual en los Episodios, don Benito hace partícipes de los hechos históricos a sus criaturas de ficción. En Luchana Zoilo se convierte en el héroe bilbaíno en la Mallona y en el incendio del convento de San Francisco, con estas acciones trata de mostrar su valentía a Aura para conquistarla. Contrasta este carácter activo, de firme voluntad con la personalidad soñadora de Calpena.

A medida que transcurre el tiempo, Luchu con su fuerte voluntad, sabe que puede conseguir lo que quiere. La ciudad resiste los envites de los carlistas; pero Aura flojea en su fidelidad con un desparecido Calpena. Zoilo le propone matrimonio y ella subyugada por su personalidad, ya no se opone; aunque desea que, tras la liberación de Bilbao, regrese Fernando.

Entre tanto Espartero está con sus tropas en Portugalete desde el 25 de noviembre y, a pesar de diferentes intentonas, no conseguía avanzar hacia Bilbao.

El 20 de diciembre, cuando la batalla de Luchana estaba en su apogeo, Sabino le cuenta a su hermana Prudencia las intenciones de boda de Zoilo. El 21 se decide que se celebre la ceremonia a las 7 y ocultárselo a Negretti, que sigue enfermo.

Cuando Churi se entera de la boda, decide irse de casa; porque Zoilo no ha tenido en cuenta que Aura está prometida a otro y la ha conquistado por su arrojo. Churi, también pretendiente de Aura, abandona Bilbao frustrado, pues su primo Zoilo consigue el amor de Aura.

Huyó, Churi, en una chalana y recaló en Portugalete en aguas y tierra de Isabel II. Desembarcó y buscó a una mujer de la que había estado enamorado, Saloma, que ahora está unida a un militar cristino, Baldomero Galán, aspirante a alférez

Churi le pregunta a Saloma: -¿No conoces a un caballero joven llamado Fernando Calpena? Y Saloma le responde sí, ahí está alojado en los desvanes con el capitán Uhagón.

El mudo pide papel para escribirle una carta a Calpena e informarle de la reciente boda de Zoilo con Aura. Calpena reacciona violentamente y le comenta a Uhagón: “Pienso… que hacen bien los carlistas en no dejar en Bilbao piedra sobre piedra”(XXXVII,227).

Así termina la trama amorosa de Luchana; pero no la bélica. Espartero yacía enfermo de cistitis en la Casa de Jado y desde allí daba las órdenes para atacar Luchana.

Era la Nochebuena, caía nieve y granizo. Por fin los liberales conquistaron el puente y pasaron a la orilla izquierda del ría Azúa.

El general Oráa visitó a Espartero y le explicó lo difícil de sus posiciones; entonces decide Espartero echar el resto y dirigir la ofensiva fanal él mismo. Pasó el puente de Luchana y junto con Oráa lanzaron una ofensiva que puso en fuga a los facciosos. Bilbao quedó liberado en la Navidad de 1836.

A las once de la mañana Espartero y su Estado Mayor deciden presentarse a las autoridades.

Espartero saluda a Calpena, que se encuentra en compañía de Uhagón y Ordax. Calpena le dice a Espartero que Uhagón y él tienen familia en Bilbao y que saldrán antes de las once. Uhagón le indica la dirección de la casa de los Arratia en la Ribera, que tiene una fragata pintada.

Calpena se vio envuelto en la marea humana, que esperaba al libertador del sitio. Por fin vio encima de una puerta una hermosa fragata navegando a toda vela; pero lo que no esperaba es que la casa estuviera cerrada.

El final es un poco sorprendente y con muchos interrogantes: ¿Dónde está la familia de Aura? ¿Se ha casado como escribe Churi? ¿Qué ha sido del matrimonio de Demetria con el nieto de don Beltrán de Urdaneta? ¿Qué va a hacer Calpena?

ESTRUCTURA NARRATIVA

El contenido narrativo de Luchana se presenta en 40 capítulos numerados en romanos y con una extensión de 243 páginas en la edición de Alianza Hernando.

La primera parte está formada por los capítulos I hasta la mitad del VIII, que corresponden a los tres meses de su estancia en casa de las hermanas Castro-Amézaga (Demetria y Gracia) en La Guardia (Álava).

Estos capítulos contienen dos cartas de la señora desconocida a Calpena, en las que le habla del Motín de los Sargentos de La Granja y de asuntos personales; y una única carta de don Pedro Hillo, en la que le cuenta el estado de la corte como consecuencia del pronunciamiento de los sargentos en La Granja y, además, le recuerda su compromiso con Aura.

Segunda parte desde la mitad del capítulo VIII hasta el XIV. Aquí Calpena abandona La Guardia, acompañado de su criado Sabas y se dirigen a Bilbao por diferentes vericuetos. El viaje está pautado varios encuentros: Bonifacio Gay, herrero y compañero de Ildefonso Negretti en la maestranza carlista, esposo de Prudencia Arratia y tío y tutor de Aura; Don Beltrán de Urdaneta, viejo conspirador y abuelo de don Rodrigo de Urdaneta Idiáquez, pretendiente de Demetria Castro-Amézaga; Churi (Vicente) Arratia, un mudo montado en un burro, bilbaíno, que de dedica a comprar madera para las ferrerías. Este personaje será el enlace entre la ficción y los espacios novelescos.

Una tercera parte formada por los capítulos XV al XXI, que sería la novela inserta de los Arratia y en ella se narra el origen y la ocupación de esta unida familia; así como los dos triángulos amorosos que se producen: Zoilo-Aura-Churi Y Zoilo-Aura-Martín.

Cuarta parte del capítulo XXII al XXXVII, que de dedica a narrar el sitio de Bilbao y la intervención de los hermanos Arratia Martín y Zoilo en la defensa de la ciudad. Destacó, sobre todo, Zoilo por su ardor guerrero y su firme resolución en conseguir el amor de Aura.

Y la última parte del capítulo XXXVIII al XL, que corresponde al desenlace de la novela: victoria de Espartero sobre los carlistas en la batalla de Luchana, que le valió el condado de Luchana.

Y en la ficción la frustración de don Fernando Calpena cuando llegó a la casa de los Arratia y la encontró cerrada.

ESPACIO Y TIEMPO

Los lugares que se recorren en este episodio, sin duda itinerante, son: La Granja de San Ildefonso (Segovia), donde se produce la sargentada y Madrid, donde se encuentra don Pedro Hillo.

Luego viene La Guardia, donde Calpena está convaleciente, huésped de la familia Cstro-Amézaga.

Posteriormente Calpena y Sabas se dirigen a Miranda de Ebro para entrevistarse con Bonifacio Gay,

Continúan camino y en Trespaderne se encuentran con don Beltrán de Urdaneta. De aquí siguen camino hasta Medina de Pomar, ya despejado el camino de carlistas, tendrían la ruta expedita hasta Bilbao.

En Bilbao, en el barrio de la Ribera, vivía la familia de los Arratia y Prudencia en Bermeo.

También aparece un lugar llamado Lupardo, donde tenían la ferrería los Arratia.

Portugalete, donde estaba Espartero con sus tropas desde el 25 de noviembre y no conseguía avanzar; pero el espacio donde se libra la batalla de Luchana es en los alrededores de Bilbao.

En realidad en este episodio hay dos focos políticos: la Granja y Madrid; otro foco bélico: Bilbao y alrededores en lo que respecta a la parte histórica.

Y en cuanto a la ficción está el espacio itinerante de Fernando Calpena persiguiendo el amor de Aura de La Guardia a Bilbao. Prácticamente el mismo recorrido que realiza Churi, elemento estructurante del episodio.

En cuanto al tiempo Luchana tiene una duración de 4 meses y medio, del 14 de agosto de 1836 al 25 de diciembre del mismo año.

Existe una primera notación temporal en la primera carta: “En mi carta de ayer- decía la señora incógnita con fecha 14 de agosto” (I, 7). Una segunda notación . “En qué habíamos quedado- decía la dama invisible en su carta del 15 de agosto” (IV, 23) .

Igualmente don Pedro Hillo desde Madrid, le dice: “Aquí me tienes desde el 14, que vine a ciertas comisiones” (VI, 39).

Por lo que respecta al año en el que se sitúa la ficción, además del acontecimiento histórico del Motín de los Sargentos en 1836, don Beltrán de Urdaneta confiesa tener 78 años: “Si señor yo vine al mundo en la noble ciudad de Olite en 1758” (X, 62), con lo cual si a esta cantidad le sumamos los 78 años de don Beltrán tendremos la fecha de 1836.

Don Fernando Calpena sale de La Guardia avanzado ya septiembre y no llega a Bilbao hasta el levantamiento del sitio. En el capítulo XV, Calpena desparece del relato, aunque se le cita varias veces y sólo vuelve a parecer en el último capítulo, cuando entra en Bilbao y va a casa de los Arratia.

El sitio de Bilbao, según anunció Ildefonso Negretti y se confirmó, comenzó los días 21 y 22 de octubre y los bilabínos comenzaron su defensa.

“El 9 de noviembre recorrió las líneas el general Eguía con su sombrero de copa forrado de hule y su largo levitón, metida en el bolsillo la única mano de que podía disponer” (XXIV, 145).

Todo indicaba que los carlistas iban a atacar y Espartero sin llegar.

El 17 de noviembre fue un día penoso; duró el fuego siete horas sin interrupción.

Por fin Espartero recalaba en Portugalete con un numeroso ejército, que no tardaría en quebrantar las filas enemigas.

Y hasta la Nochebuena de 1836 no tuvo lugar la batalla de Luchana, que supuso el levantamiento del sitio de Bilbao, poniendo en fuga a los carlistas.


EL PUNTO DE VISTA

Un narrador omnisciente dirige el relato poniendo el foco ora en Fernando Calpena, ora en Zoilo Arratia, ambos protagonistas de la mayor parte de las peripecias de la trama novelesca.

Además están las tres cartas ( dos de la señora incógnita y una de Pedro Hillo) a Fernando Calpena, narradas lógicamente en primera persona, que alivian al lector de la presencia del narrador omnisciente.

Las cartas por otra parte, dan la misma impresión de autenticidad histórica que los documentos. Complementan la narración y relatan bien enlazados, tanto los sucesos históricos como los hechos de ficción desde perspectivas diferentes.

Después están los diálogos vivos de los personajes, que dotan de polifonía al episodio. Estos diálogos registran coloquialismos y también expresiones en vascuence en boca de Churi: “bayga sarri sarri Bilbo” o “Madrilgo gizona” ; todo ello para hacer la narración más verosímil.

También tenemos los monólogos narrados en primera persona, como expresión de los pensamientos y de la vida interior de los personajes.

Podemos destacar los monólogos de Churi: Zoilo y Churi rivalizan por el amor de Aura; Churi lleva las de perder por su sordera; pero le saca a relucir el “Madrilgo gizona” (El hombre de Madrid); Zoilo le responde que ha muerto. Entonces Churi, herido en su orgullo, le cuenta que su tía Prudencia quería casar a Aura con Martín; Zoilo le contesta: no es verdad.

Este es el monólogo de Churi: “Yo también la quiero (…). ¿pero qué caso ha de hacer de mi? ¿Cómo ha de querer a un sordo” (XVIII, 110-111).

O el minidiálogo teatral entre Zoilo y Churi por el mismo motivo, en el que Churi se expresa a su modo, medio en vascuence (XXI, 129).

Hay un último monólogo de Churi, cuando abandona Bilbao; porque su primo Zoilo se ha casado con Aura: “Señor padre, adiós (…) Adiós padre y pueblo...que lejos me voy (XXXV, 218-219). Churi se marcha en una chalana y desembarca en Portugalete y allí encuentra a Saloma y le pregunta por Calpena para comunicarle que Zoilo se había casado con Aura. Churi pidió papel y con gran esfuerzo y garabatos le escribió: “Anoche casó Aura con Zoilo Arratia” (XXXVII, 227).

Calpena reacciona violentamente: “-¿Qué piensas – le preguntó su amigo.

- Pienso...que hacen bien los carlistas en no dejar en Bilbao piedra sobre piedra” (227).

Y dos monólogos de Aura; en el primero admira a Zoilo; pero piensa que debe mantener su fidelidad a Calpena: “Es un bruto, pero no hallo la manera de sustraerme a su poder(...)El mío es otro…, aunque estoy enojada con Fernando, porque no viene (…), debo mantenerme firme. Pero yo soy quien soy, y espero, espero, espero… ¿hasta cuándo señor” (XXX, 182).

Otro monólogo de Aura al fianl del capítulo XXX, en el que compara a Zoilo con Calpena: “Y este Luchu es romántico? Puede que sí; pero no como Fernando, un romántico se soñación; sino de acción...Así lo veo yo. (188).

El estilo indirecto libre también está presente, cuando el narrador omnisciente expresa las ideas, los sentimientos de un personaje. Como en este caso: Zoilo se queja de la marcha de Aura de Lupardo a Biblbao y manifiesta sus celos hacia su hermano Martín: “Se desesperaba el pobre Zoilo pensando cuán árida y fastidiosa sería la vida en Bilbao. Allá vestirían a la niña de damisela (...)Aura bajaría por las mañanas a la tienda, y como tenía tan bonita letra, puede que Martín la pusiera en el escritorio, a su lado (…) tocándose el codo de él con el codo de ella. No, mil veces no: esto no lo sufriría” (XX, 122).


PERSONAJES

Históricos (Militares):

-del bando constitucional: Baldomero Espartero, Marcelino Oráa, San Román y los sargentos de La Granja.

 
 
 
                                          Baldomero Espartero
 
 
La Regente doña Cristina de Borbón

 
 
 
 
 
 
 
 
-del bando carlista: los generales Eguía y Villarreal.

 
 
 
 
 
 
 
                    
                                                                Bruno Villarreal
 
 
Ficticios:

Fernando Calpena, héroe romántico, que comparte el protagonismo con Zoilo Arratia.

Zoilo Arratia, hombre de firme voluntad, verdadero protagonista del episodio, que consigue el amor de Aura.

La familia Arratia: Valentín, Sabino y Prudencia.

Valentín Arratia, padre de Churi y dueño de una ferrería en Lupardo.

Sabino Arratia, padre de José, Martín y Zoilo, dueño de una tienda de efectos navales en Bilbao.

Prudencia Arratia, casada con Ildefonso Negretti, sin hijos. Ildefonso Negretti, armero, amigo de Mendizábal y tío y tutor de Aura Negretti.

Churi Arratia, primo de José, Martín y Zoilo, sordomudo, se dedica a comprar madera para la ferrería y es el elemento de enlace de l trama novelesca.

Hay otros personajes secundarios como las hijas de la familia Castro-Amézaga: Demetria y Gracia

Don José M.ª Navarridas, sacerdote y su hermana doña M.ª Tirgo, tíos carnales de la madre de Demetria.

Don Pedro Hillo, sacerdote castrense y Mentor de F. Calpena, del que recibe una carta.

Don Beltrán de Urdaneta y su nieto don Rodrigo de Urdaneta Idiáquez.

Incluso hay personajes muy esporádicos, como don Apolinar, cura que casó a Zoilo con Aura.

Saloma, la baturra, que había aparecido en el primer episodio de la serie: Zumalacárregui, y ahora es compañera de Baldomero Galán, un sargento enrolado en la división de Oráa. Churi padeció mal de amores por Saloma; pero no fue correspondido, todo por la maldita sordera.


SIGNIFICACIÓN

El motín de los sargentos de La Granja tuvo lugar los días 12 y 13 de agosto de 1836 durante la Regencia de doña M.ª Cristina de Borbón.

En dicho motín un grupo de sargentos de la guarnición y de la guardia real del palacio obligaron a la Regente a volver a proclamar la Constitución de 1812 y a nombrar un gobierno liberal progresista presidido por José M.ª Calatrava y con Juan Álvarez de Mendizábal como ministro de Hacienda.

Este motín de los sargentos estuvo precedido por sublevaciones de carácter liberal progresista en Andalucía, Valencia, Zaragoza, Barcelona y estado de excepción en Madrid.

Una de las consecuencias del nuevo gobierno de Calatrava fue el nombramiento de un nuevo Jefe del Ejército del Norte, cargo que recayó en Baldomero Espartero.


El día 22 de diciembre de 1836 Espartero comenzó a maniobrar cerca del puente de Luchana, con ayuda de dos barcos de la marina británica y la española, cuyos bombardeos resultaron muy positivos. Su objetivo era el puente de Luchana, cortado por los carlistas y cuya reconstrucción era imprescindible para que las tropas cristinas pudieran liberar el Bilbao sitiado.

El 24 por la tarde lograron tomar posiciones en los dos extremos del puente, gracias a las tropas llegadas en gabarras.

Los enfrentamientos más duros tuvieron lugar el día de Nochebuena. Los liberales comandados por Oráa se batieron con arrojo; pero los carlistas lograron rechazar los ataques. La noche cerrada y la nieve dificultaban las acciones bélicas. Los carlistas no cedían. Oráa mandó a un corneta que tocara retirada, este confundido, tocó ataque, lo cual le valió el triunfo a los liberales y Espartero entró en Bilbao.

Hasta aquí la parte histórica, que incluso con más fidelidad y más pormenores narra Galdós en Luchana y sobre este cañamazo histórico se teje la trama novelesca.

Veamos ahora el significado del la parte ficticia.Un hecho histórico de carácter liberal sirve de prólogo al episodio y otro hecho histórico igualmente liberal constituye el epílogo de Luchana.

Enmarcada en estos dos hitos se encuentra la trama novelesca, en la que Fernando Calpena comparte protagonismo con Zoilo Arratia, su rival en el amor y figura contrapuesta a él por la fuerza primitiva y el voluntarismo frente a la reflexión acomodaticia de Calpena.

Haciendo un paralelismo entre los hechos históricos y la ficción, Calpena, como los sargentos, dice don Pedro Hillo: “La nación transige con los sargentos, acepta de ellos >>la traída de la Constitución<< (…) En tu esfera has hecho la revolución (…) Recoge, pues, a Aura en matrimonio religioso y legal” (VI, 40); sin embargo Zoilo realiza una hazaña amorosa semejante a la victoria de Espartero, con arrojo humano y virilidad. Zoilo consigue a Aura por la fuerza de su voluntad

Contrasta este carácter activo, de firme voluntad con la personalidad soñadora de Fernando Calpena, que no consigue llevar a la práctica su romanticismo. Como Aura es inteligente y, además, es instruida traza un paralelismo entre Zoilo y Calpena en estos términos: “Y este Luchu es romántico?… Puede que sí; pero no, como Fernando, un romántico de soñación, sino de acción… (…) Todo el romanticismo (…) de Fernando es el de los dramas, de los libros, que son pura mentira...(…) Este Luchu no es así (…) Don Fernando sueña, se emborracha con lo que ha leído…, quiere llevar todo aquello a la acción, y no puede...(…) Zoilo no es romántico, sino clásico (…) Se me ocurre el disparate d compararle con los dioses antiguos, que tomaban figura de hombres (…) para andar por el mundo y hacer lo que les daba la gana (…), sin que nadie pudiera oponerse a su voluntad” (XXX, 188).

Luchana es la novela de un doble asedio: el de los carlistas a Bilbao, y el de Zoilo a Aura

Aura enamorada de Calpena resiste a todos los sitiadores que la requiebran. Pero empieza el sitio, de un lado está Zoilo interviniendo en todos los actos heróicos para defender la ciudad, del otro Calpena, ‘revolucionario’ a su modo, que sueña con un España ideal; pero fuera de Bilbao, con las tropas de Espartero que intentan romper el cerco de los carlistas.

Zoilo encarna la acción y el ardor guerrero; Calpena la cultura, la ensoñación, la espera. Luchu representa al pueblo, que se ve impelido a tomar las armas para defender la ciudad. Calpena es un ser conformado por la cultura, la riqueza y protegido por los más altos poderes del país y, además, tiene las prendas del perfecto cortesano. Frente a este dechado de cultura y educación está Zoilo que con su arrojo y valentía logra una doble victoria: la liberación de Bilbao y la conquista de Aura.

Zoilo, pues, tiene dos sentimientos: el patriótico y el amoroso; el primero altruista en tanto que persigue un fin colectivo, la felicidad nacional y el otro, la felicidad personal. Por último el espectáculo épico, que supone la toma de Bilbao y el final de la novela, se opone al espectáculo de opereta, que reina en La Granja, cuando se produce la sargentada en el verano de 1836. En este sentido toma mucha más importancia la figura simbólica de Zoilo con su fuerza física al servicio de la libertad.

BIBLIOGRAFÍA

Pérez Galdós, Benito, De Oñate a La Granja, Alianza Hernando, Madrid, 1976

- Luchana, Alianza Hernando, Madrid, 1976.

Bush Peter (1981), “Artesanía y valor literario de la 3ª serie de los Episodios Nacionales” en Anales Galdosianos Año XVI.

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Troncoso Dolores, Episodios Nacionales. Tercera Serie. Cristinos y carlistas, Editorial Destino, Barcelona, 2007.



Madrid 6 de febrero de 2018



Anastasio Serrano



1Pérez Galdós, Benito, De Oñate a La Granja, Alianza Hernando, Madrid, 1976, p. 209 (VII-44)

2Pérez Galdós, Benito, Luchana, Alianza Hernando, Madrid, 1976. Ejemplar de lectura. Todas las citas textuales serán de sta edición señalando capítulo y página.