UNA LECTURA DE “LOCURA Y MUERTE DE NADIE” de Benjamín Jarnés
por Anastasio Serrano
Benjamín Jarnés Millán, Codo (Zaragoza) 1888.- Madrid, 1949.
Cuarto hijo de una familia de 20 hermanos. Ingresa en el Seminario de Zaragoza en 1900, que no abandona hasta 1909, una vez terminado el primer curso de Teología. Realiza el servicio militar y se queda en el ejército. En 1916, terminados lo estudios de Magisterio se casa con Gregoria Bergua. Obtiene destino en el Cuerpo Auxiliar de Intendencia en Larache (zona del Protectorado en Marruecos). A final de 1920 se traslada a Madrid al Parque de Intendencia y aquí empieza su carrera literaria.
En 1923 colabora con la revista “Alfar” de La Coruña y mantiene un a tertulia en el Café Oriente de la calle Atocha, Cansinos-Asséns nos da noticia de ella en “La novela de un literato 3.” Alianza, 1995. Comienza a publicar: “Mosén Pedro”, “El convidado de papel” en 1924 . Conoce a Ortega y Gasset que le incorpora a su proyecto modernizador de la cultura española de la “Revista de Occidente”, en ella será autor, crítico y traductor.
En 1926 sale la 1ª edición de “El profesor inútil” como 2º título de la colección “Nova Novorum” de la “Revista de Occidente”. Colabora desde el principio en “La Gaceta Literaria”(1927), que dirigía y editaba Ernesto Giménez Caballero en la calle Canarias de Madrid.
El año 1929 es considerado su “annus mirabilis”, de tal forma que publica la primera versión de “Viviana y Merlín”, “Locura y muerte de Nadie” y “Paula y Paulita”. Siguió publicando novela y biografías hasta la Guerra Civil, ya que sus deberes militares interrumpen su creatividad literaria. Y en 1939 Jarnés se une a la diáspora de los intelectuales republicanos, primero Francia en Limoges y luego en el “Sinaia” rumbo a Méjico capital.; allí sigue trabajando, escribiendo en periódicos e incluso confecciona libros por encargo.
En 1948 regresa Jarnés a España gravemente enfermo de arterioesclerosis. Se establece en su casa de la calle Santa Engracia (Joaquín García Morato, entonces), donde le visitan sus dos amigos incondicionales Ildefonso-Manuel Gil y don Ricardo Gullón. Muere en Madrid el 10 de agosto de 1949.
“Locura y muerte de Nadie” se publicó por primera vez en 1929, antes se habían dado a conocer los cuatro primeros capítulos en la “Revista de Occidente” en 1928. La novela apareció con una portada futurista de Puyol en Ediciones Oriente. Madrid, 1929. Imprenta Argis y con el precio de 5 pts. La obra constaba de 10 capítulos , más un epílogo, además de una cita larga de Ortega y Gasset y un prólogo del autor. Fue muy bien acogida por la crítica y por el público lector. Sin embargo B. Jarnés dedicó ocho años a reflexionar sobre los diferentes aspectos de la novela y después de una cuidadosa labor de recrear lo que había creado, según era costumbre en B. Jarnés, queda fijado el manuscrito de la novela en 1937; pero éste queda inédito hasta que Joaquín de Entrambasaguas decidió incluir “Locura y muerte de nadie” en el volumen VII de la serie “Las Mejores Novelas Contemporáneas”. Planeta. Barcelona, 1961. Entonces al solicitar a la viuda, Gregoria Bergua, el permiso pertinente, ella le dijo que tenía revisada para la imprenta una copia mecanografiada, revisada y ampliada por el autor y deciden editarla (2ª versión) en el tomo conjunto. Y esta será la versión definitiva de la novela jarnesiana.
En 1996, Ildefonso-Manuel Gil , paisano y amigo del autor, la publica en edición exenta en la editorial Viamonte de Madrid, inaugurando la colección “Reencuentros”. Se conserva debajo del título la nota que el autor había puesto al frente de su revisión: “La primera versión de “Locura y muerte de nadie” apareció en 1929. Hoy cuidadosamente revisado y no poco aumentado, vuelve a aparecer este librito que en su primera salida recogió (…) muchos elogios.Hago constar aquí mi gratitud” (…).(B. Jarnés, 1937).
Actualmente “Locura y muerte de Nadie” ha sido editada por el profesor y especialista jarnesiano Víctor Fuentes en la editorial Stockcero. USA, 2008, que sería la 3ª edición.
Pero vayamos a desentrañar el argumento: Juan Sánchez y Sánchez vive en la ciudad de Augusta dominado por la angustia. Pretende resolver sus problemas existenciales buscando una personalidad que no tiene. Todos los intentos ,que hace para ser alguien, fracasan. Su amigo Arturo, inspector de seguros y filósofo diletante, es, por el contrario, propenso a huir de la personalización y saca partido a su anonimato: es “un sibarita del anónimo”1. Arturo es amante de Rebeca, que resulta ser, Matilde, la esposa de Nadie. Juan Sánchez en su empeño por ser alguien ocasiona la quiebra del Banco Agrícola de Augusta, llevando a la ruina a miles de familias, pero la policía señala como único autor de la estafa a su socio, Alfredo, amante ocasional de su mujer, cuya fotografía aparece en los periódicos locales, robándole a Juan Sánchez ese minuto de gloria. Ante tal fracaso su obsesión le empuja a la locura y no ve otra salida que el suicidio como acto trascendental y mientras discute con su amigo Arturo e imagina su muerte como algo apoteósico, no se da cuenta que un camión se le echa encima y lo quita del mundo como una goma de borrar. Digno final de una vida vulgar y anónima. Juan Sánchez,”¡Nadie!”, ha muerto y su muerte pasa desapercibida como su anodina existencia. Un epílogo (“Remate y preludio”) da continuidad a la muerte de este don nadie en el que los otros personajes explican su reacción y siguen sus destinos.
por Anastasio Serrano
Benjamín Jarnés Millán, Codo (Zaragoza) 1888.- Madrid, 1949.
Cuarto hijo de una familia de 20 hermanos. Ingresa en el Seminario de Zaragoza en 1900, que no abandona hasta 1909, una vez terminado el primer curso de Teología. Realiza el servicio militar y se queda en el ejército. En 1916, terminados lo estudios de Magisterio se casa con Gregoria Bergua. Obtiene destino en el Cuerpo Auxiliar de Intendencia en Larache (zona del Protectorado en Marruecos). A final de 1920 se traslada a Madrid al Parque de Intendencia y aquí empieza su carrera literaria.
En 1923 colabora con la revista “Alfar” de La Coruña y mantiene un a tertulia en el Café Oriente de la calle Atocha, Cansinos-Asséns nos da noticia de ella en “La novela de un literato 3.” Alianza, 1995. Comienza a publicar: “Mosén Pedro”, “El convidado de papel” en 1924 . Conoce a Ortega y Gasset que le incorpora a su proyecto modernizador de la cultura española de la “Revista de Occidente”, en ella será autor, crítico y traductor.
En 1926 sale la 1ª edición de “El profesor inútil” como 2º título de la colección “Nova Novorum” de la “Revista de Occidente”. Colabora desde el principio en “La Gaceta Literaria”(1927), que dirigía y editaba Ernesto Giménez Caballero en la calle Canarias de Madrid.
El año 1929 es considerado su “annus mirabilis”, de tal forma que publica la primera versión de “Viviana y Merlín”, “Locura y muerte de Nadie” y “Paula y Paulita”. Siguió publicando novela y biografías hasta la Guerra Civil, ya que sus deberes militares interrumpen su creatividad literaria. Y en 1939 Jarnés se une a la diáspora de los intelectuales republicanos, primero Francia en Limoges y luego en el “Sinaia” rumbo a Méjico capital.; allí sigue trabajando, escribiendo en periódicos e incluso confecciona libros por encargo.
En 1948 regresa Jarnés a España gravemente enfermo de arterioesclerosis. Se establece en su casa de la calle Santa Engracia (Joaquín García Morato, entonces), donde le visitan sus dos amigos incondicionales Ildefonso-Manuel Gil y don Ricardo Gullón. Muere en Madrid el 10 de agosto de 1949.
“Locura y muerte de Nadie” se publicó por primera vez en 1929, antes se habían dado a conocer los cuatro primeros capítulos en la “Revista de Occidente” en 1928. La novela apareció con una portada futurista de Puyol en Ediciones Oriente. Madrid, 1929. Imprenta Argis y con el precio de 5 pts. La obra constaba de 10 capítulos , más un epílogo, además de una cita larga de Ortega y Gasset y un prólogo del autor. Fue muy bien acogida por la crítica y por el público lector. Sin embargo B. Jarnés dedicó ocho años a reflexionar sobre los diferentes aspectos de la novela y después de una cuidadosa labor de recrear lo que había creado, según era costumbre en B. Jarnés, queda fijado el manuscrito de la novela en 1937; pero éste queda inédito hasta que Joaquín de Entrambasaguas decidió incluir “Locura y muerte de nadie” en el volumen VII de la serie “Las Mejores Novelas Contemporáneas”. Planeta. Barcelona, 1961. Entonces al solicitar a la viuda, Gregoria Bergua, el permiso pertinente, ella le dijo que tenía revisada para la imprenta una copia mecanografiada, revisada y ampliada por el autor y deciden editarla (2ª versión) en el tomo conjunto. Y esta será la versión definitiva de la novela jarnesiana.
En 1996, Ildefonso-Manuel Gil , paisano y amigo del autor, la publica en edición exenta en la editorial Viamonte de Madrid, inaugurando la colección “Reencuentros”. Se conserva debajo del título la nota que el autor había puesto al frente de su revisión: “La primera versión de “Locura y muerte de nadie” apareció en 1929. Hoy cuidadosamente revisado y no poco aumentado, vuelve a aparecer este librito que en su primera salida recogió (…) muchos elogios.Hago constar aquí mi gratitud” (…).(B. Jarnés, 1937).
Actualmente “Locura y muerte de Nadie” ha sido editada por el profesor y especialista jarnesiano Víctor Fuentes en la editorial Stockcero. USA, 2008, que sería la 3ª edición.
Pero vayamos a desentrañar el argumento: Juan Sánchez y Sánchez vive en la ciudad de Augusta dominado por la angustia. Pretende resolver sus problemas existenciales buscando una personalidad que no tiene. Todos los intentos ,que hace para ser alguien, fracasan. Su amigo Arturo, inspector de seguros y filósofo diletante, es, por el contrario, propenso a huir de la personalización y saca partido a su anonimato: es “un sibarita del anónimo”1. Arturo es amante de Rebeca, que resulta ser, Matilde, la esposa de Nadie. Juan Sánchez en su empeño por ser alguien ocasiona la quiebra del Banco Agrícola de Augusta, llevando a la ruina a miles de familias, pero la policía señala como único autor de la estafa a su socio, Alfredo, amante ocasional de su mujer, cuya fotografía aparece en los periódicos locales, robándole a Juan Sánchez ese minuto de gloria. Ante tal fracaso su obsesión le empuja a la locura y no ve otra salida que el suicidio como acto trascendental y mientras discute con su amigo Arturo e imagina su muerte como algo apoteósico, no se da cuenta que un camión se le echa encima y lo quita del mundo como una goma de borrar. Digno final de una vida vulgar y anónima. Juan Sánchez,”¡Nadie!”, ha muerto y su muerte pasa desapercibida como su anodina existencia. Un epílogo (“Remate y preludio”) da continuidad a la muerte de este don nadie en el que los otros personajes explican su reacción y siguen sus destinos.
Estructura:
La revisión de 1937 publicada por Joaquín de Entrambasaguas en 1961 consta de la Nota de 1937 de B. Jarnés, una larga cita de Ortega y Gasset, un prólogo del autor y 21 capítulos, el último(”Remate y preludio”) a modo de epílogo; frente a la 1ª edición de 1929, que tenía, la cita, el prólogo, diez capítulos y el epílogo.
La larga cita de Ortega viene a ser un manifiesto en torno a la problemática que debe asumir el arte. Ortega cree que la literatura debe centrarse en el hombre: “Dime lo que del hombre sientes y decirte he qué arte cultivas”.(pag. 33).
El proceso vital de un hombre, Juan Sánchez y Sánchez va a desarrollarse en la trama novelesca.
En el prólogo se produce un diálogo tácito entre el autor y el lector ante lo que se va a decir en la novela. El autor explica las intenciones que persigue con esta obra y justifica la elección de su temática. Presenta al protagonista-Juan Sánchez- con el deseo de aparecer como transcriptor o biográfo de su vida ( ya que para Jarnés toda novela es la biografía de un personaje inventado). Introduce al lector en el centro de la problemática de Juan Sánchez, que se empeña en darse a conocer, reafirmar su personalidad y encontrar su identidad. Y elige este tema por el cansancio temático al que había llegado la novela: “Cuando las aventuras de la carne se van arrinconando (…).Cuando la castidad y la lujuria (…) apenas logran conmover a las gentes, cuando todo(…) en la novela vacila o cae, se levantan de lo más profundo los signos de interrogación” (pag.35).
Los 21 capítulos de “Locura…” aparecen titulados, procedimiento típico de la novela tradicional (siglo XIX). Los novelistas se proponían con ello resumir la línea argumental o adaptarse a las necesidades sociológicas, pues muchas novelas aparecían como folletones, por entregas y los títulos pretendían servir de guía para el lector.
Jarnés, pues, recurre a la titulación de los capítulos, así tenemos:”El arca de trigo” (capit. I) y “El Banco Agrícola” (capit. XX), que apoyan la estructura circular de la novela. Otros son síntesis de la trama y destacan el momento más álgido de la misma, así ocurre con: “Firmado y rubricado”(capit.II), “Amor disperso” (capit. III), “Campo magnético” (capit IV).
Como se ha citado los cambios entre la 1ª edición de 1929 y la de 1937(la definitiva) son notables. Primero porque los diez capítulos y un epílogo (1929) pasan a ser 21 capítulos(1937). La intención del autor ha sido la de aumentar el texto, pero aprovechando todo el contexto de la 1ª edición. La diferencia principal está en la perspectiva ética de los personajes. Juan Sánchez, “Nadie”, no cambia nada en 1937. En cambio Arturo, acaba sintiendo respeto ante la locura de Juan, en un pasaje nuevo de 1937, le dice: -¡Ea! ¡Basta de bromas! ¡Respete a su mujer! (pag. 239).
B. Jarnés modificó sustancialmente la personalidad de Matilde, mujer de Juan Sánchez, insignificante y frívola en 1929 y convertida en heroína en “1937”.
Cuando Juan Sánchez decide el suicidio en el capit XIX y escribe dos cartas una para el juez y otra para Matilde su lenguaje es altisonante y melodramático: “Perdóname, pero mi destino era vencer o morir. Puesto que mi fracaso es definitivo, muero. Mucho te hice sufrir, Matilde, pero ahora vas a descansar” (pag. 237) . Y cuando Juan Sánchez perora sobre la búsqueda del hombre integral por parte de Matilde y le recomienda. “¡Vele usted por Matilde!”. Arturo le contesta: “¡Respete a su mujer! (pag.239). Por último después de la muerte de Juan, la dignificación es completa. Mientras en la 1ª edición (“1929”) queda totalmente destrozada, en la definitiva (”1937”) el narrador nos informa, que Matilde llegará a ser la protagonista, la casada ejemplar que no pudo ser en la convivencia con Juan Sánchez, y no como esposa de Arturo, sino del médico solterón de Los Olmos.
La novela ha sido refundida totalmente en su primera versión, añadiéndole el doble de la cantidad de texto. Jarnés ha creado una novela nueva, con teorías y problemas diferentes y ha aprovechado la 1ª versión con una redacción perfecta, que no hace sospechar, esta labor de taracea más que de refundición.
La revisión de 1937 publicada por Joaquín de Entrambasaguas en 1961 consta de la Nota de 1937 de B. Jarnés, una larga cita de Ortega y Gasset, un prólogo del autor y 21 capítulos, el último(”Remate y preludio”) a modo de epílogo; frente a la 1ª edición de 1929, que tenía, la cita, el prólogo, diez capítulos y el epílogo.
La larga cita de Ortega viene a ser un manifiesto en torno a la problemática que debe asumir el arte. Ortega cree que la literatura debe centrarse en el hombre: “Dime lo que del hombre sientes y decirte he qué arte cultivas”.(pag. 33).
El proceso vital de un hombre, Juan Sánchez y Sánchez va a desarrollarse en la trama novelesca.
En el prólogo se produce un diálogo tácito entre el autor y el lector ante lo que se va a decir en la novela. El autor explica las intenciones que persigue con esta obra y justifica la elección de su temática. Presenta al protagonista-Juan Sánchez- con el deseo de aparecer como transcriptor o biográfo de su vida ( ya que para Jarnés toda novela es la biografía de un personaje inventado). Introduce al lector en el centro de la problemática de Juan Sánchez, que se empeña en darse a conocer, reafirmar su personalidad y encontrar su identidad. Y elige este tema por el cansancio temático al que había llegado la novela: “Cuando las aventuras de la carne se van arrinconando (…).Cuando la castidad y la lujuria (…) apenas logran conmover a las gentes, cuando todo(…) en la novela vacila o cae, se levantan de lo más profundo los signos de interrogación” (pag.35).
Los 21 capítulos de “Locura…” aparecen titulados, procedimiento típico de la novela tradicional (siglo XIX). Los novelistas se proponían con ello resumir la línea argumental o adaptarse a las necesidades sociológicas, pues muchas novelas aparecían como folletones, por entregas y los títulos pretendían servir de guía para el lector.
Jarnés, pues, recurre a la titulación de los capítulos, así tenemos:”El arca de trigo” (capit. I) y “El Banco Agrícola” (capit. XX), que apoyan la estructura circular de la novela. Otros son síntesis de la trama y destacan el momento más álgido de la misma, así ocurre con: “Firmado y rubricado”(capit.II), “Amor disperso” (capit. III), “Campo magnético” (capit IV).
Como se ha citado los cambios entre la 1ª edición de 1929 y la de 1937(la definitiva) son notables. Primero porque los diez capítulos y un epílogo (1929) pasan a ser 21 capítulos(1937). La intención del autor ha sido la de aumentar el texto, pero aprovechando todo el contexto de la 1ª edición. La diferencia principal está en la perspectiva ética de los personajes. Juan Sánchez, “Nadie”, no cambia nada en 1937. En cambio Arturo, acaba sintiendo respeto ante la locura de Juan, en un pasaje nuevo de 1937, le dice: -¡Ea! ¡Basta de bromas! ¡Respete a su mujer! (pag. 239).
B. Jarnés modificó sustancialmente la personalidad de Matilde, mujer de Juan Sánchez, insignificante y frívola en 1929 y convertida en heroína en “1937”.
Cuando Juan Sánchez decide el suicidio en el capit XIX y escribe dos cartas una para el juez y otra para Matilde su lenguaje es altisonante y melodramático: “Perdóname, pero mi destino era vencer o morir. Puesto que mi fracaso es definitivo, muero. Mucho te hice sufrir, Matilde, pero ahora vas a descansar” (pag. 237) . Y cuando Juan Sánchez perora sobre la búsqueda del hombre integral por parte de Matilde y le recomienda. “¡Vele usted por Matilde!”. Arturo le contesta: “¡Respete a su mujer! (pag.239). Por último después de la muerte de Juan, la dignificación es completa. Mientras en la 1ª edición (“1929”) queda totalmente destrozada, en la definitiva (”1937”) el narrador nos informa, que Matilde llegará a ser la protagonista, la casada ejemplar que no pudo ser en la convivencia con Juan Sánchez, y no como esposa de Arturo, sino del médico solterón de Los Olmos.
La novela ha sido refundida totalmente en su primera versión, añadiéndole el doble de la cantidad de texto. Jarnés ha creado una novela nueva, con teorías y problemas diferentes y ha aprovechado la 1ª versión con una redacción perfecta, que no hace sospechar, esta labor de taracea más que de refundición.
Espacio:La novela transcurre en Augusta-Zaragoza-, del nombre romano “Cesaraugusta”, de esta forma los lectores podían identificar la ciudad sin dificultad alguna. Cambió, pues, ligeramente el nombre de la ciudad, pero conservó el del río Ebro, el pretil. Toda la acción se desarrolla en Augusta. Sólo en dos ocasiones la acción de la novela abandona el espacio urbano de Augusta: una, el viaje de Arturo, inspector de seguros, para redactar un siniestro en Los Olmos y otra, el viaje a la casa solariega, donde nació Juan Sánchez.
En cuanto a los espacios reales, que aparecen en la novela, están muy transformados; sobre todo la oficina bancaria del Banco Agrícola, que da título al capítulo XX, a pesar de ello sigue conservando en la actualidad parte de la morfología que tenía cuando Jarnés lo utilizó para “Locura…” Su nombre real era Banco de Aragón y hoy es una de las oficinas del BSCH (Banco Santander).
Los espacios interiores como el comedor de la casa de Juan Sánchez se atienen con toda precisión al tipo de comedor estándar que se podía encontrar en todas las casas burguesas de los años veinte. Los espacios exteriores son algunas calles sin más, el pretil del río, la Puerta del Carmen, la Plaza de España y los Porches del Paseo.
El tiempo de la novela queda determinado por datos marginales, una fecha histórica, el 23 de agosto de 1920, día en que se produjo un atentado anarquista y al final de la novela se cita junio, fecha de la muerte por atropello de Juan Sánchez. El tiempo narrado, pues, dura un año. Así pues el héroe se encuentra en el mismo escenario y en la misma época del año al principio y al final de la ficción.
Hay también unos espacios adversos para el protagonista: el Banco Agrícola, en el que comienza y termina la trama, cuando no le reconocen la estafa, que le conducirá al suicidio involuntario. Sin embargo el río Ebro será el confidente,y el amigo, en los momentos de desaliento o decepción amorosa. El río es un símbolo callado de la vitalidad perdurable: “Han llegado hasta el río y, apoyados los codos en el pretil, contemplan el lento y solemne fluir (…), el Ebro da su perenne lección de vida fértil” (181-182).
Novela contada en 3ª persona por un narrador omnisciente, que conoce el mundo interior, los procesos psíquicos e incluso el pasado de los personajes. No obstante en el narrador que nos relata los hechos está presente la mirada de Arturo, que actúa a modo de narrador-testigo. Arturo intrigado por la singularidad del raro espécimen, contempla a Juan Sánchez como lo que es, como un pobre diablo . La voz narrativa que utiliza Jarnés para este personaje está a medio camino entre la de un yo testigo y un yo protagonista, ya que Arturo combina su observación perpleja de Juan Sánchez con la participación en al trama novelesca, cuando se convierte en amante de Matilde-Rebeca, esposa de Juan Sánchez.
La omnisciencia narrativa recoge, a veces, los diferentes puntos de vista de los personajes para enjuiciar el carácter de cada uno de ellos. Veamos un ejemplo de esta omnisciencia narrativa. Reunidos los cuatro personajes para cenar, el narrador presenta sus pensamientos ocultos, mientras se entretienen en una banal conversación: “Arturo está pensando: el azar nunca fue tan caprichoso conmigo. En una misma tarde me encuentro con tres personajes representativos, muy dignos de estudio”(85).
“Juan Sánchez está pensando…>>Sin duda el espectro del marido es una alusión a mi papel desairado entre Alfredo y Matilde<<”(85-86). “Alfredo piensa: >> Este jovenzuelo ha venido aquí detrás de Matilde<<(85-86) “Matilde está pensando:>>Arturo lo ha adivinado todo, pero ignora la razones de mi conducta<<”. Los personajes:
Juan Sánchez y Sánchez, Nadie comienza por ser un nombre y un apellido muy común para millares de españoles, sería más un nombre común, que propio. Es el protagonista de la novela y en su primera acción en el Banco Agrícola es confundido con el resto de los clientes y se ve obligado a mostrar su firma y su rúbrica, tatuadas en el pecho, para identificarse, como si tratara de una marca, fenómeno de cosificación degradante. Todas las acciones en la trama van enfocadas a ser alguien, siendo Nadie.No comprende que es un individuo en una sociedad de masas. Toda su vida de ente de ficción se verá jalonada por continuos fracasos que le alejan de ser alguien. Cuando sospecha que Matilde mantiene relaciones sentimentales con Arturo, no consigue ninguna prueba para erigirse en marido burlado y experimenta una nueva frustración. Ni siquiera puede ser cornudo.
Lo intenta todo y por último con su socio Alfredo, sin tener en cuenta la ética, planean la estafa del Banco Agrícola, donde se inicia su frustración, de ser un número, una cosa. Como sabemos se culpa a Alfredo y él es un estafado, en la pretendida fama, aún conculcando la ley. No le queda otro recurso sonado, que el suicidio y, ni aún así, consigue el suicidio asumido, voluntario, es arrollado por un camión que lo saca de la vida como una goma de borrar. Lo mismo que años antes otro camión borró a su ignorada madre, Margot, allá en París.
Arturo actúa como contrapunto en la acción. Es el coprotagonista de la novela, destacando del resto de los personajes, funciona como integrador de todos los acontecimientos. Con Arturo se inicia y se cierra el relato, siendo el centro en torno al cual se va a subordinar el comportamiento de los demás personajes de la ficción.
Es el confidente de la problemática personal de Juan Sánchez y testigo de sus reiterados fracasos, cuando intenta afirmar su personalidad. Como consejero de Juan Sánchez intenta disuadirle de sus proyectos de suicidio, aunque no puede impedir que un camión lo borre del mapa.
Arturo, al final, será el hombre equilibrado (artista y filósofo), que sigue el camino del héroe individualista, que se aleja de los acontecimientos y en un acto de generosidad renuncia a su amor por Matilde, posibilitando la continuación de la novela.
Matilde- Rebeca en los primeros capítulos- hasta que su amante conoce su entorno familiar. Su primera aparición nos evoca fugazmente a la Rebeca bíblica en su primer encuentro con el siervo de Abraham, Eliezer2. Esta Rebeca bíblica (la esposa de Isaac y madre de Esaú y Jacob) cargada de connotaciones simbólicas impregna al personaje femenino de Jarnés; pero cuando la mujer objeto de deseo es vista en su anodino entorno familiar, desaparece el nombre que la idealizaba y recupera su verdadero nombre: Matilde.
Matilde es amante por oportunidad de Alfredo, socio de Juan Sánchez. Esposa infiel de Juan Sánchez, al cual sigue en todo su desbarrancamiento de fracasos, fiel escudera (Sanchica) de este Quijote triste. Matilde es la amante verdadera de Arturo, en el que busca el amor que no ha podido darle su marido. Y en los últimos capítulos desplaza a Juan Sánchez y a Arturo como protagonistas de la novela. De tal forma que cuando Matilde toma el pulso narrativo de la novela, ésta toma nueva fuerza, el lenguaje es más directo, con predominio del diálogo. Aparece la novela íntima, lírica, frente a la Nada personificada en Juan Sánchez y a la que ha sido devuelto.
Matilde, pues, es un personaje femenino bien perfilado y que toma la iniciativa a lo largo de la acción. y al final en la nueva novela será la protagonista.
Alfredo es un personaje funcional, compañero-socio de Juan Sánchez y amante ocasional de su mujer. La acción más importante que lleva a cabo con Juan Sánchez es el desfalco del Banco Agrícola, en la que, además de la fechoría, le roba la fama pretendida de salir en los periódicos a Juan Sánchez; porque le culpan a él; y esto tiene su razón de ser, porque Alfredo sí es un truhán: “Sus ambiciones son dos: las buenas comisiones y las mujeres suculentas. Aunque en trance de elegir, es preferible el tanto por ciento (pa.78); y es él el que merece el castigo.Juan Sánchez es un hombre moral.
Con estos cuatro personajes se teje toda la trama de “Locura…”. Pululan algunos personajes secundarios, como los Monte Azul y sus sirvientes, si acaso adquiere algo de protagonismo al final, Patricio, con quien se va a casar Matilde y comenzar la nueva novela. En uno de los últimos monólogos, Arturo, cediendo el puesto a Patricio, dice: “¡No debo ir! Mi novela ha concluido. Que comience patricio la suya” (256).
En cuanto a los espacios reales, que aparecen en la novela, están muy transformados; sobre todo la oficina bancaria del Banco Agrícola, que da título al capítulo XX, a pesar de ello sigue conservando en la actualidad parte de la morfología que tenía cuando Jarnés lo utilizó para “Locura…” Su nombre real era Banco de Aragón y hoy es una de las oficinas del BSCH (Banco Santander).
Los espacios interiores como el comedor de la casa de Juan Sánchez se atienen con toda precisión al tipo de comedor estándar que se podía encontrar en todas las casas burguesas de los años veinte. Los espacios exteriores son algunas calles sin más, el pretil del río, la Puerta del Carmen, la Plaza de España y los Porches del Paseo.
El tiempo de la novela queda determinado por datos marginales, una fecha histórica, el 23 de agosto de 1920, día en que se produjo un atentado anarquista y al final de la novela se cita junio, fecha de la muerte por atropello de Juan Sánchez. El tiempo narrado, pues, dura un año. Así pues el héroe se encuentra en el mismo escenario y en la misma época del año al principio y al final de la ficción.
Hay también unos espacios adversos para el protagonista: el Banco Agrícola, en el que comienza y termina la trama, cuando no le reconocen la estafa, que le conducirá al suicidio involuntario. Sin embargo el río Ebro será el confidente,y el amigo, en los momentos de desaliento o decepción amorosa. El río es un símbolo callado de la vitalidad perdurable: “Han llegado hasta el río y, apoyados los codos en el pretil, contemplan el lento y solemne fluir (…), el Ebro da su perenne lección de vida fértil” (181-182).
Novela contada en 3ª persona por un narrador omnisciente, que conoce el mundo interior, los procesos psíquicos e incluso el pasado de los personajes. No obstante en el narrador que nos relata los hechos está presente la mirada de Arturo, que actúa a modo de narrador-testigo. Arturo intrigado por la singularidad del raro espécimen, contempla a Juan Sánchez como lo que es, como un pobre diablo . La voz narrativa que utiliza Jarnés para este personaje está a medio camino entre la de un yo testigo y un yo protagonista, ya que Arturo combina su observación perpleja de Juan Sánchez con la participación en al trama novelesca, cuando se convierte en amante de Matilde-Rebeca, esposa de Juan Sánchez.
La omnisciencia narrativa recoge, a veces, los diferentes puntos de vista de los personajes para enjuiciar el carácter de cada uno de ellos. Veamos un ejemplo de esta omnisciencia narrativa. Reunidos los cuatro personajes para cenar, el narrador presenta sus pensamientos ocultos, mientras se entretienen en una banal conversación: “Arturo está pensando: el azar nunca fue tan caprichoso conmigo. En una misma tarde me encuentro con tres personajes representativos, muy dignos de estudio”(85).
“Juan Sánchez está pensando…>>Sin duda el espectro del marido es una alusión a mi papel desairado entre Alfredo y Matilde<<”(85-86). “Alfredo piensa: >> Este jovenzuelo ha venido aquí detrás de Matilde<<(85-86) “Matilde está pensando:>>Arturo lo ha adivinado todo, pero ignora la razones de mi conducta<<”. Los personajes:
Juan Sánchez y Sánchez, Nadie comienza por ser un nombre y un apellido muy común para millares de españoles, sería más un nombre común, que propio. Es el protagonista de la novela y en su primera acción en el Banco Agrícola es confundido con el resto de los clientes y se ve obligado a mostrar su firma y su rúbrica, tatuadas en el pecho, para identificarse, como si tratara de una marca, fenómeno de cosificación degradante. Todas las acciones en la trama van enfocadas a ser alguien, siendo Nadie.No comprende que es un individuo en una sociedad de masas. Toda su vida de ente de ficción se verá jalonada por continuos fracasos que le alejan de ser alguien. Cuando sospecha que Matilde mantiene relaciones sentimentales con Arturo, no consigue ninguna prueba para erigirse en marido burlado y experimenta una nueva frustración. Ni siquiera puede ser cornudo.
Lo intenta todo y por último con su socio Alfredo, sin tener en cuenta la ética, planean la estafa del Banco Agrícola, donde se inicia su frustración, de ser un número, una cosa. Como sabemos se culpa a Alfredo y él es un estafado, en la pretendida fama, aún conculcando la ley. No le queda otro recurso sonado, que el suicidio y, ni aún así, consigue el suicidio asumido, voluntario, es arrollado por un camión que lo saca de la vida como una goma de borrar. Lo mismo que años antes otro camión borró a su ignorada madre, Margot, allá en París.
Arturo actúa como contrapunto en la acción. Es el coprotagonista de la novela, destacando del resto de los personajes, funciona como integrador de todos los acontecimientos. Con Arturo se inicia y se cierra el relato, siendo el centro en torno al cual se va a subordinar el comportamiento de los demás personajes de la ficción.
Es el confidente de la problemática personal de Juan Sánchez y testigo de sus reiterados fracasos, cuando intenta afirmar su personalidad. Como consejero de Juan Sánchez intenta disuadirle de sus proyectos de suicidio, aunque no puede impedir que un camión lo borre del mapa.
Arturo, al final, será el hombre equilibrado (artista y filósofo), que sigue el camino del héroe individualista, que se aleja de los acontecimientos y en un acto de generosidad renuncia a su amor por Matilde, posibilitando la continuación de la novela.
Matilde- Rebeca en los primeros capítulos- hasta que su amante conoce su entorno familiar. Su primera aparición nos evoca fugazmente a la Rebeca bíblica en su primer encuentro con el siervo de Abraham, Eliezer2. Esta Rebeca bíblica (la esposa de Isaac y madre de Esaú y Jacob) cargada de connotaciones simbólicas impregna al personaje femenino de Jarnés; pero cuando la mujer objeto de deseo es vista en su anodino entorno familiar, desaparece el nombre que la idealizaba y recupera su verdadero nombre: Matilde.
Matilde es amante por oportunidad de Alfredo, socio de Juan Sánchez. Esposa infiel de Juan Sánchez, al cual sigue en todo su desbarrancamiento de fracasos, fiel escudera (Sanchica) de este Quijote triste. Matilde es la amante verdadera de Arturo, en el que busca el amor que no ha podido darle su marido. Y en los últimos capítulos desplaza a Juan Sánchez y a Arturo como protagonistas de la novela. De tal forma que cuando Matilde toma el pulso narrativo de la novela, ésta toma nueva fuerza, el lenguaje es más directo, con predominio del diálogo. Aparece la novela íntima, lírica, frente a la Nada personificada en Juan Sánchez y a la que ha sido devuelto.
Matilde, pues, es un personaje femenino bien perfilado y que toma la iniciativa a lo largo de la acción. y al final en la nueva novela será la protagonista.
Alfredo es un personaje funcional, compañero-socio de Juan Sánchez y amante ocasional de su mujer. La acción más importante que lleva a cabo con Juan Sánchez es el desfalco del Banco Agrícola, en la que, además de la fechoría, le roba la fama pretendida de salir en los periódicos a Juan Sánchez; porque le culpan a él; y esto tiene su razón de ser, porque Alfredo sí es un truhán: “Sus ambiciones son dos: las buenas comisiones y las mujeres suculentas. Aunque en trance de elegir, es preferible el tanto por ciento (pa.78); y es él el que merece el castigo.Juan Sánchez es un hombre moral.
Con estos cuatro personajes se teje toda la trama de “Locura…”. Pululan algunos personajes secundarios, como los Monte Azul y sus sirvientes, si acaso adquiere algo de protagonismo al final, Patricio, con quien se va a casar Matilde y comenzar la nueva novela. En uno de los últimos monólogos, Arturo, cediendo el puesto a Patricio, dice: “¡No debo ir! Mi novela ha concluido. Que comience patricio la suya” (256).
Significación:
“Locura y muerte de Nadie”vendría a ser una novela biográfica, con Nadie como biografiado. En la novela se plantea la problemática de un antihéroe, y por extensión de un ser particular en la vida real, en la sociedad de masas y en la incipiente sociedad del consumo y del espectáculo. “Locura…”, dice Victor Fuentes : “Es uno de los testimonios novelescos más patéticos, que se puede encontrar en la literatura europea de entreguerras, de la anulación y trituración del individuo en la sociedad maquinista y de masas.3
Desde el primer encuentro de Arturo con Juan Sánchez, aprendiz de Hamlet, debatiéndose entre el “ser y el no ser”, dice Juan Sánchez: “Se trata de “ser”. Fíjese bien: ¡ni siquiera de existir! ¡De ser! Porque a fuerza de pensar mucho (…), he deducido que (…),”no soy” (46).
Arturo el antagonista de Juan Sánchez, aunque termine por comprenderle, a fuerza de intimar con él, como le sucede al autor, quien en la primera línea del prólogo dice:”A fuerza de tropezarme con Juan Sánchez he llegado a intimar con él, a quererlo”.
Arturo es agente de seguros contra incendios y siempre llega al lugar de los hechos después de acaecidos, tanto en los reales como en los metafóricos incendios pasionales de la trama en que se ve envuelto, y tiene la función de ir apagando o silenciando los brotes de la novela tradicional, en sus variantes de novela galante, sicalíptica o melodramática,y de esta forma el autor implícito va tejiendo la novela artística, lírica, intelectual.
Al lado del narrador y del autor implícito, que expresa sus opiniones, Arturo, que también es filósofo diletante, con frecuencia se desentiende de la acción y nos ofrece sus reflexiones. Digresiones, que junto a las del narrador, dan a la novela su carácter de metanovela o novela lírica.
Dentro de la historia y el discurso hay un predominio de este último, las descripciones ocupan más extensión que la historia. Las pausas descriptivas, poéticas o ensayísticas, que retardan la historia, son de gran originalidad. La primera descripción de la sala del banco, en el primer capítulo, está llena de metáforas propias del arte nuevo y vecinas de las greguerías ramonianas, entre ellas podemos destacar: “Se escucha el sordo roce de largas serpientes de sumandos que reptan por los atriles. Por una ventana le sonríen a Arturo las cuatro filas de una Remington. Las ventanillas son otros tantos confesionarios en donde absuelven (…) del terrible pecado del miedo” (38). Todo el primer capítulo (“El arca de trigo”) de operaciones de cálculo mercantil, está transmutado en valor artístico.
En el capítulo XIII(“Bodegón y celos”) se oye la voz de Juan Sánchez que confiesa: “-Soy un hombre ridículo. Había preparado la farsa del marido que se va y se queda…Perdóname. Iba a matarle a usted”. (172)Esta fallida farsa familiar le da pie al narrador para expresar sus ideas sobre la novela y el drama y la relación entre la realidad y la ficción: “Sólo un falso novelador puede recortar (…) trozos singulares de vida y acoplarlos. En este breve relato (…) de la vida de Juan Sánchez, no se tuvo la fortuna de hallar a todos los personajes en su punto de más alta tensión. Para alguno se adelantó, para otro se retrasó la novela. Aquí aparece según vivían al ser llamados a figurar en este sencillo relato” (174)
La acción de la novela-como se ha dicho- comienza en un banco, en unos años de frenesí financiero y el símbolo del banco es la espiga, emblema de la fecundidad y aparece hendiendo el aire del banco. “La espiga da un estallido y se derraman los granos de oro” (40). Y pocos días antes de publicada esta novela se produce el “crack” de Wall Street en Nueva York en octubre de 1929; y en uno de esos casos en que “la vida imita al arte”: la novela, como sabemos, termina en un gran desfalco bancario con el consiguiente espectáculo: “Gentes apresuradas que preguntan (…), que recorren los pasillos, las ventanillas, sollozos de viudas, rugidos de cuentacorrentistas” (233), el mismo espectáculo que se dio entonces en Nueva York o Chicago y casi el mismo espectáculo que hemos podido ver ahora en el otoño de 2008 con la quiebra de “Leman Brother” en USA, bancos ingleses, alemanes, belgas, que los estados han tenido que inyectarle liquidez para evitar el pánico monetario mundial.
En “Locura…”a la aparente linealidad de la ficción se superpone una estructura circular. Pues la ficción comienza en el “Arca de Trigo”, nombre alegórico del banco. Y aquí Arturo descubre por primera vez a un hombre que lucha por salir de su anonimato, de su condición de hombre masa, adoptando una actitud grotesca, desabrochándose la camisa para mostrar su firma tatuada en su propio pecho. La ficción se cierra en el mismo banco, ahora denominado Banco Agrícola. Arturo recapitula las experiencias vividas a través de la ensoñación, en esas experiencias están presentes los dos ejes básicos de la narración: el proceso sentimental de Arturo y el drama de Juan Sánchez; drama que vuelve a reproducirse en un nuevo ser. Jarnés intenta poner de relieve cómo el drama de Juan Sánchez no tiene solución, pues hunde sus raíces en la sociedad de masas. La historia de Juan Sánchez vuelve a empezar como un sueño recurrente.
Esta recapitulación recuerda a una partitura musical: notas que se repiten a lo largo de la trama, y la semejanza se refuerza con el título del epílogo: “Remate y preludio”. Parece como si todos los motivos musicales se fundieran para empezar de nuevo la partitura, una nueva aventura novelesca va a comenzar, pues, el generoso Arturo, se alejará de los hechos. Tomará una actitud distanciadora, que impide el final convencional de su proceso sentimental. Arturo se convierte en espectador de la nueva novela, del nuevo proceso sentimental, que va a protagonizar la mujer amada, Matilde.”Es el preludio de un canto nuevo. Allá en Los Olmos, comienza la novela” (257).
Jarnés es un novelista personalísimo, que desde su postura individual, supo captar las líneas renovadoras de la novelística española y fue una figura destacada de la generación de los “NOVA NOVORUM”, una generación que supo apartarse de la narrativa decimonónica y sublimar el erotismo de la novela hasta convertirlo en materia de obra de arte. Esta generación que marcó nuevas direcciones a la novela con sus innovaciones estéticas y técnicas, que fueron reavivadas por la novela experimental de los años sesenta y setenta del siglo XX.
La obra de Benjamín Jarnés no tuvo la difusión ni el éxito que se merecía. Se ha hablado del “escándalo Jarnes” (R. Gullón, 3ª de ABC, 8.10.88), quizá se deba al carácter intelectual de sus novelas y, sobre todo, al exilio. Aunque se leyó con interés la primera edición de 1929 y la crítica le fue muy favorable, la segunda edición (1937) no vio la luz hasta 1961 , que fue la edición que manejaron los investigadores. Por fin tenemos la edición de Ildefonso-Manuel Gil, ya exenta de 1996 (agotada). En la actualidad sólo hay una edición viva la Víctor Fuentes, editorial Stockcero. USA,2008, que está editada en libro y en internet (Google).
En lo sucesivo será muy conveniente reparar el “escándalo Jarnés” para que su obra no caiga de nuevo en el peor de los exilios: la falta de curiosidad intelectual y el desdén.
NOVELAS DE BENJAMÍN JARNÉS:
Mosén Pedro(1924),El profesor inútil (1926), El convidado de papel (1928), Paula y Paulita (1929), LOCURA Y MUERTE DE NADIE (1929), Teoría del zumbel (1930), Escenas junto a la muerte (1931), Lo rojo y lo azul: Homenaje a Stendhal (1932), tántalo(1935), Constelación Friné (1944), Su linea de fuego (1980).
BIBLIOGRAFÍA:
.Entrambasaguas Joaquín de. “Las mejores novelas contemporáneas”. Tomo VII Editorial Planeta. Barcelona, 1961.
.Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”. (Introducción de Ildefonso-Manuel Gil).Editorial Viamonte. Colección “Reencuentros”.Madrid, 1996
.Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”.(Introducción de Víctor Fuentes). Editorial Stockcero.USA, 2008.
.Nora Eugenio de .”La novela española contemporánea”II. Edit. Gredos. Madrid, 1962
.Zuleta Emilia de. “Arte y vida en la obra de Benjamín Jarnés”. Gredos. Madrid, 1977.
.Martínez latre Mª del Pilar. “La novela intelectual de Benjamín Jarnés”. I.F.C. Zaragoza, 1979.
.Villanueva Darío. “La novela Lírica II”. Edit Taurus. Madrid, 1983
.Gullón Ricardo.”La novela lírica”. Cátedra. Madrid, 1984
.Fuentes Víctor. “Benjamín Jarnés: de Biografía y Metaficción. I:F:C: Zagoza, 1989
.“Jornadas Jarnesianas”.I Centenario del nacimiento de B. Jarnés. I.F.C.Zaragoza,1989
.Cansinos-Asséns R.”La novela de un literato 3. Alianza Tres. Madrid, 1995.
REVISTAS:
-Ínsula: números 45 y 47 (1949), nº 673 (2003)
-Cuadernos Hispanoamericanos nº 235 (1969)
-Camp de l`Arpa, nº 8 y 9 (1976)
Madrid, 6 de diciembre de 2008
1 . Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”. (Edición de Ildefonso-Manuel Gil). Edit. Viamonte.Madrid, 1996 (pag. 66). Todas las citas textuales serán de esta edición.
2 .Biblia de Jerusalén. Declée de Brouwer.Bilbao,1977. Cuando Isaac se hallaba en edad de caarse, envió Abraham a su criado Eliezer a Mesopotamia y al llegar a Harán encontró a Rebeca, que estaba sacando agua de un pozo, y ella le dijo que era hija de Batuel y nieta de Nacor, hermano de Abraham, y viendo en esa joven la futura esposa del hijo de su amo, Isaac, le ofreció regalos y la llevó consigo a Canaán, donde se casó con Isaac. Génesis, 24.
3 Fuentes Víctor. Introducción a “Locura y muerte de Nadie”,pag. XIII. Editorial Stockcero. USA,2008
“Locura y muerte de Nadie”vendría a ser una novela biográfica, con Nadie como biografiado. En la novela se plantea la problemática de un antihéroe, y por extensión de un ser particular en la vida real, en la sociedad de masas y en la incipiente sociedad del consumo y del espectáculo. “Locura…”, dice Victor Fuentes : “Es uno de los testimonios novelescos más patéticos, que se puede encontrar en la literatura europea de entreguerras, de la anulación y trituración del individuo en la sociedad maquinista y de masas.3
Desde el primer encuentro de Arturo con Juan Sánchez, aprendiz de Hamlet, debatiéndose entre el “ser y el no ser”, dice Juan Sánchez: “Se trata de “ser”. Fíjese bien: ¡ni siquiera de existir! ¡De ser! Porque a fuerza de pensar mucho (…), he deducido que (…),”no soy” (46).
Arturo el antagonista de Juan Sánchez, aunque termine por comprenderle, a fuerza de intimar con él, como le sucede al autor, quien en la primera línea del prólogo dice:”A fuerza de tropezarme con Juan Sánchez he llegado a intimar con él, a quererlo”.
Arturo es agente de seguros contra incendios y siempre llega al lugar de los hechos después de acaecidos, tanto en los reales como en los metafóricos incendios pasionales de la trama en que se ve envuelto, y tiene la función de ir apagando o silenciando los brotes de la novela tradicional, en sus variantes de novela galante, sicalíptica o melodramática,y de esta forma el autor implícito va tejiendo la novela artística, lírica, intelectual.
Al lado del narrador y del autor implícito, que expresa sus opiniones, Arturo, que también es filósofo diletante, con frecuencia se desentiende de la acción y nos ofrece sus reflexiones. Digresiones, que junto a las del narrador, dan a la novela su carácter de metanovela o novela lírica.
Dentro de la historia y el discurso hay un predominio de este último, las descripciones ocupan más extensión que la historia. Las pausas descriptivas, poéticas o ensayísticas, que retardan la historia, son de gran originalidad. La primera descripción de la sala del banco, en el primer capítulo, está llena de metáforas propias del arte nuevo y vecinas de las greguerías ramonianas, entre ellas podemos destacar: “Se escucha el sordo roce de largas serpientes de sumandos que reptan por los atriles. Por una ventana le sonríen a Arturo las cuatro filas de una Remington. Las ventanillas son otros tantos confesionarios en donde absuelven (…) del terrible pecado del miedo” (38). Todo el primer capítulo (“El arca de trigo”) de operaciones de cálculo mercantil, está transmutado en valor artístico.
En el capítulo XIII(“Bodegón y celos”) se oye la voz de Juan Sánchez que confiesa: “-Soy un hombre ridículo. Había preparado la farsa del marido que se va y se queda…Perdóname. Iba a matarle a usted”. (172)Esta fallida farsa familiar le da pie al narrador para expresar sus ideas sobre la novela y el drama y la relación entre la realidad y la ficción: “Sólo un falso novelador puede recortar (…) trozos singulares de vida y acoplarlos. En este breve relato (…) de la vida de Juan Sánchez, no se tuvo la fortuna de hallar a todos los personajes en su punto de más alta tensión. Para alguno se adelantó, para otro se retrasó la novela. Aquí aparece según vivían al ser llamados a figurar en este sencillo relato” (174)
La acción de la novela-como se ha dicho- comienza en un banco, en unos años de frenesí financiero y el símbolo del banco es la espiga, emblema de la fecundidad y aparece hendiendo el aire del banco. “La espiga da un estallido y se derraman los granos de oro” (40). Y pocos días antes de publicada esta novela se produce el “crack” de Wall Street en Nueva York en octubre de 1929; y en uno de esos casos en que “la vida imita al arte”: la novela, como sabemos, termina en un gran desfalco bancario con el consiguiente espectáculo: “Gentes apresuradas que preguntan (…), que recorren los pasillos, las ventanillas, sollozos de viudas, rugidos de cuentacorrentistas” (233), el mismo espectáculo que se dio entonces en Nueva York o Chicago y casi el mismo espectáculo que hemos podido ver ahora en el otoño de 2008 con la quiebra de “Leman Brother” en USA, bancos ingleses, alemanes, belgas, que los estados han tenido que inyectarle liquidez para evitar el pánico monetario mundial.
En “Locura…”a la aparente linealidad de la ficción se superpone una estructura circular. Pues la ficción comienza en el “Arca de Trigo”, nombre alegórico del banco. Y aquí Arturo descubre por primera vez a un hombre que lucha por salir de su anonimato, de su condición de hombre masa, adoptando una actitud grotesca, desabrochándose la camisa para mostrar su firma tatuada en su propio pecho. La ficción se cierra en el mismo banco, ahora denominado Banco Agrícola. Arturo recapitula las experiencias vividas a través de la ensoñación, en esas experiencias están presentes los dos ejes básicos de la narración: el proceso sentimental de Arturo y el drama de Juan Sánchez; drama que vuelve a reproducirse en un nuevo ser. Jarnés intenta poner de relieve cómo el drama de Juan Sánchez no tiene solución, pues hunde sus raíces en la sociedad de masas. La historia de Juan Sánchez vuelve a empezar como un sueño recurrente.
Esta recapitulación recuerda a una partitura musical: notas que se repiten a lo largo de la trama, y la semejanza se refuerza con el título del epílogo: “Remate y preludio”. Parece como si todos los motivos musicales se fundieran para empezar de nuevo la partitura, una nueva aventura novelesca va a comenzar, pues, el generoso Arturo, se alejará de los hechos. Tomará una actitud distanciadora, que impide el final convencional de su proceso sentimental. Arturo se convierte en espectador de la nueva novela, del nuevo proceso sentimental, que va a protagonizar la mujer amada, Matilde.”Es el preludio de un canto nuevo. Allá en Los Olmos, comienza la novela” (257).
Jarnés es un novelista personalísimo, que desde su postura individual, supo captar las líneas renovadoras de la novelística española y fue una figura destacada de la generación de los “NOVA NOVORUM”, una generación que supo apartarse de la narrativa decimonónica y sublimar el erotismo de la novela hasta convertirlo en materia de obra de arte. Esta generación que marcó nuevas direcciones a la novela con sus innovaciones estéticas y técnicas, que fueron reavivadas por la novela experimental de los años sesenta y setenta del siglo XX.
La obra de Benjamín Jarnés no tuvo la difusión ni el éxito que se merecía. Se ha hablado del “escándalo Jarnes” (R. Gullón, 3ª de ABC, 8.10.88), quizá se deba al carácter intelectual de sus novelas y, sobre todo, al exilio. Aunque se leyó con interés la primera edición de 1929 y la crítica le fue muy favorable, la segunda edición (1937) no vio la luz hasta 1961 , que fue la edición que manejaron los investigadores. Por fin tenemos la edición de Ildefonso-Manuel Gil, ya exenta de 1996 (agotada). En la actualidad sólo hay una edición viva la Víctor Fuentes, editorial Stockcero. USA,2008, que está editada en libro y en internet (Google).
En lo sucesivo será muy conveniente reparar el “escándalo Jarnés” para que su obra no caiga de nuevo en el peor de los exilios: la falta de curiosidad intelectual y el desdén.
NOVELAS DE BENJAMÍN JARNÉS:
Mosén Pedro(1924),El profesor inútil (1926), El convidado de papel (1928), Paula y Paulita (1929), LOCURA Y MUERTE DE NADIE (1929), Teoría del zumbel (1930), Escenas junto a la muerte (1931), Lo rojo y lo azul: Homenaje a Stendhal (1932), tántalo(1935), Constelación Friné (1944), Su linea de fuego (1980).
BIBLIOGRAFÍA:
.Entrambasaguas Joaquín de. “Las mejores novelas contemporáneas”. Tomo VII Editorial Planeta. Barcelona, 1961.
.Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”. (Introducción de Ildefonso-Manuel Gil).Editorial Viamonte. Colección “Reencuentros”.Madrid, 1996
.Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”.(Introducción de Víctor Fuentes). Editorial Stockcero.USA, 2008.
.Nora Eugenio de .”La novela española contemporánea”II. Edit. Gredos. Madrid, 1962
.Zuleta Emilia de. “Arte y vida en la obra de Benjamín Jarnés”. Gredos. Madrid, 1977.
.Martínez latre Mª del Pilar. “La novela intelectual de Benjamín Jarnés”. I.F.C. Zaragoza, 1979.
.Villanueva Darío. “La novela Lírica II”. Edit Taurus. Madrid, 1983
.Gullón Ricardo.”La novela lírica”. Cátedra. Madrid, 1984
.Fuentes Víctor. “Benjamín Jarnés: de Biografía y Metaficción. I:F:C: Zagoza, 1989
.“Jornadas Jarnesianas”.I Centenario del nacimiento de B. Jarnés. I.F.C.Zaragoza,1989
.Cansinos-Asséns R.”La novela de un literato 3. Alianza Tres. Madrid, 1995.
REVISTAS:
-Ínsula: números 45 y 47 (1949), nº 673 (2003)
-Cuadernos Hispanoamericanos nº 235 (1969)
-Camp de l`Arpa, nº 8 y 9 (1976)
Madrid, 6 de diciembre de 2008
1 . Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”. (Edición de Ildefonso-Manuel Gil). Edit. Viamonte.Madrid, 1996 (pag. 66). Todas las citas textuales serán de esta edición.
2 .Biblia de Jerusalén. Declée de Brouwer.Bilbao,1977. Cuando Isaac se hallaba en edad de caarse, envió Abraham a su criado Eliezer a Mesopotamia y al llegar a Harán encontró a Rebeca, que estaba sacando agua de un pozo, y ella le dijo que era hija de Batuel y nieta de Nacor, hermano de Abraham, y viendo en esa joven la futura esposa del hijo de su amo, Isaac, le ofreció regalos y la llevó consigo a Canaán, donde se casó con Isaac. Génesis, 24.
3 Fuentes Víctor. Introducción a “Locura y muerte de Nadie”,pag. XIII. Editorial Stockcero. USA,2008