Carmen Laforet nació en 1921 en Barcelona en casa de su abuela paterna, Carmen.Fue la primera hija de Eduardo Laforet y Teodora Díaz Medina. En 1923 su familia se trasladó a Las Palmas de Gran Canaria. A los trece años muere su madre. C. Laforet permanece en Las Palmas hasta los 18 años, que decide volver a Barcelona, recién terminada la guerra, para estudiar Filosofía y Letras. En Barcelona se hospeda en casa de su abuela Carmen. Pronto se le despierta la vocación literaria y en 1940 publica unos cuentos en el semanario de Santander “Mujeres”. En 1942 se traslada a Madrid y se matricula en la facultad de Derecho y sigue con su dedicación a la literatura.
En enero de 1944 comienza la redacción de “ Nada”, que termina en septiembre. Su amiga Linka (polaca), a quien dedicará Nada, le presenta al editor y periodista Manuel Cerezales, quien la animó a presentar la obra al premio Eugenio Nadal de novela, que se fallaría la noche del 6 de enero de 1945, que gana y en mayo del mismo año saldrá publicada. La obra es muy bien acogida por la crítica y será el primer gran éxito de librería de la época. En 1948 se le concederá otro premio, el Fastenrath de la Real Academia Española.
En 1946 se casa con Manuel Cerezales y consagra su vida a la familia (1946-50). En 1945 inicia una colaboración regular en la revista “Destino” y emprende la escritura de una nueva novela, “La isla y los demonios”, que saldrá en 1952; le sigue “La mujer nueva” en 1955 y en 1956 antologó su obra : “Mis mejores páginas”, publicadas por Gredos. En 1963 publica la novela “La insolación”. En 1965 hace un viaje por EE. UU., del cual surgió un libro de viajes, “Paralelo 35” y en 1970 publicó la recopilación de cuentos “La niña y otros relatos”.
Posteriormente huyendo de la fama literaria de “Nada” se establece en el barrio romano del Trastevere (1975-1979) y a su regreso a España se instala en Santander y no participa en la vida cultural del país.
El silencio continuado de C. Laforet, primero de 1945-52 y luego desde 1963, en lo que a novela se refiere, delata la tibia acogida por la crítica a su obra posterior a “Nada”. La autora se ve sobrepasada por el éxito de su primera novela y decide acotar el territorio de su vida privada con el silencio. De hecho Juan Ramón Masoliver había dicho en 1946: “Lo que en “Nada” se ventila es tan inmediato y tan real que bien pudiera constituir la obra única, la gran obra de su autora”. Sus cuatro novelas tienen una relación evidente con su propia biografía, “Nada” está marcada por el paso a una vida nueva y la salvación en ella; y su segunda novela, “La isla y los demonios”, sitúa su acción en Gran Canaria entre noviembre de 1938 y junio de 1939. Esto nos dice que C. Laforet aprovecha sus recuerdos juveniles de Canarias como material narrativo. “La mujer nueva” narra el nacimiento a una nueva vida, la de la fe católica, periodo de su conversión al catolicismo y por último en “La insolación” recoge sus experiencias de adolescente y el paso a la madurez; si bien en este caso el protagonista es un chico, Martín Soto.
Aunque esto es así, ninguno de estos personajes es un trasunto fiel de C. Laforet, pero sí reflejan rasgos de su personalidad y de su vida. Cuando en 1956 hace una selección de su obra en “ Mis mejores páginas”, obra publicada por Gredos en la colección Antología Hispánica, dice en La introducción por la autora: “ Este mundo que soy yo misma, por la transformación amorosa de que habla Rilke, pero que- ¡por Dios!- no es mi autobiografía, como han querido ver algunos críticos” (pag. 9).
“Nada cuenta la historia de las personas que rodean a Andrea, entre octubre de 1939 y septiembre de 1940, durante su único curso académico en Barcelona. Esas personas se agrupan en torno a dos núcleos espaciales, la casa familiar en la calle Aribau, cerrado, lúgubre y decrépito, y el de la Universidad y sus amigos, abierto, liberador y juvenil.
Los familiares de Andrea están sumidos en una ruina económica, aquel piso actúa a modo de prisión. Los amigos y compañeros universitarios son mucho más expansivos y sus vidas se desarrollan en la vía Layetana, donde vive Ena y su familia, en la playa, en la montaña ,en la calle Montcada, donde tiene el estudio Guíxols o en la mansión burguesa de Pons.
El piso de Aribau representa el pasado, es un jirón del tiempo de la guerra reciente y Andrea as sus dieciocho años es un testigo mudo de lo que allí sucede. La Universidad y sobre todo, su amiga Ena, representan el futuro, un cambio de vida, que Andrea creía que iba a realizar con este viaje a Barcelona y este cambio no se producirá hasta el año siguiente, cuando su amiga Ena la invite a reunirse con ella en Madrid.
Hay, pues, dos mundos en la novela, uno coactivo y pernicioso y otro vivificante y libre. El primero poblado por seres oscuros, de negro y el segundo por cabelleras rubias como la de Ena.
“Nada” está estructurada en tres partes, las dos primeras tienen nueve capítulos y la tercera siete. Aunque el tiempo en la novela no es muy preciso podemos decir que la primera parte va de octubre a febrero; la segunda de marzo a junio y la tercera de julio a septiembre.
La primera parte se abre con la llegada de Andrea a Barcelona y su hospedaje en el siniestro piso de la calle Aribau y se cierra con la marcha de la tía Angustias a un convento. Con la salida de escena de Angustias, Andrea tiene una nueva sensación de libertad. Comienza la segunda parte y Andrea, después de haber tomado algunos licores en casa de Ena, sale a pasear sola por las calles del barrio gótico de la ciudad . Si en la primera parte la acción se centraba en el piso-prisión de la calle Aribau y en la extraña conducta de sus habitantes, ahora el eje narrativo se traslada al exterior de la vivienda: la Universidad, la calle, Ena, su novio, amigos y los jóvenes bohemios como Guíxols, Pons e Iturdiaga. Pero aunque esto es así las relaciones de su amiga Ena con su tío Román son el recurso novelesco de C. Laforet para relacionar la vida de Andrea dentro y fuera de la casa; de esta forma Andrea se da cuenta de que la vida de la casa de Aribau es solamente una exageración de la decadencia y degeneración que la rodean. Con esta perspectiva Andrea puede hacer frente a sus parientes y amigos. El final de esta segunda parte lo marca el primer baile fracasado de Andrea en la mansión burguesa de Pons.
La tercera parte se inicia con la conversación entre la madre de Ena y Andrea, y concluye con la marcha a Madrid. En esta última parte los universos antagónicos de Aribau y el exterior se mezclan, en el presente y en el pasado, a través de la relación de Román y Ena y, años atrás, con la madre de Ena. Andrea conocerá en esta parte, que el interés de Ena por Román tenía su fundamento en el deseo de descubrir el motivo de la fascinación de su madre por Román y, en cierto modo, por la búsqueda de venganza. Este hecho es también el desenlace de una subtrama pasional protagonizada por Román y Gloria, su cuñada, objeto de escarnio y deseo, pero también autora de dos denuncias, una como traidor a la causa republicana y otra como estraperlista, que destruyen a Román. Que muera degollado con la navaja de afeitar y no por un disparo de si pistola es significativo , como personaje negativo que es.
La desaparición del único ser de Aribau, que Andrea había considerado “maravilloso y único”, y con el que había simpatizado, vacía de contenido su permanencia en Barcelona y, por tanto, la prolongación del relato. Una carta de Ena invitándola a reunirse con ella en Madrid, cambia el rumbo de su vida y cierra una etapa de desilusión y de maduración.
Esta división de la novela en tres partes obedece a los tres estadios que atraviesa Andrea en la lucha para alcanzar la independencia, a saber: a) victoria sobre el primer obstáculo (Angustias), b) la superación de las nuevas pruebas (el hambre, la inhibición ante los malos tratos a Gloria, la falta de amistad de Ena) y c) el desencanto y la ruina de las ilusiones.
El espacio en “Nada” está dividido en dos : el espacio interior, sombrío y torvo de Aribau y el espacio exterior de las calles barcelonesas, con los espacios cerrados de la Universidad, de la casa de Ena y del estudio de la calle Montcada.
La atmósfera de Aribau representa la ruina económica y moral de una familia pequeño-burguesa de la inmediata postguerra y la escasa esperanza de futuro para sus miembros, ni siquiera para el hijo de Juan y Gloria, víctima de la degradación que le rodea, cuya insignificancia se refleja en su falta de nombre. Una mención especial merece el habitáculo de Román en la buhardilla del edificio, desde la cual como un “daimon” torvo observa y dirige el destino del piso primero: “¿Tú no te has dado cuenta de que yo os manejo a todos”(pag. 67), se jacta ante Andrea.
La casa de Aribau evoca la claustrofobia de algunos relatos de E. A. Poe, por ejemplo “La caída de la casa Ushar” o la Trushcross Grange de “Cumbres borrascosas” de Emily Brontë. La descripción de los interiores de Aribau está elaborada siguiendo la pauta de os relatos románticos. Román está perfilado como un malvado héroe romántico. No obstante, aunque la crítica ha señalado estas influencias, C. Laforet ha declarado que por entonces no había leído estas obras, ni visionado la película (“Cumbres borrascosas”) de W. Wyler, estrenada en España en 1942.
Como contrapunto a estas sombras ominosas de Aribau, tenemos los espacios exteriores luminosos y prometedores de la ciudad. La Barcelona que recorre Andrea, salvo la incursión nocturna por el Barrio Chino, es la Barcelona burguesa, la que supo sacar beneficio de la derrota reciente. Andrea excluye de su retina los suburbios y los barrios de chabolas.
En cuanto al estilo la crítica elogió en “Nada” el estilo sobrio y sencillo de su prosa, asociándolo a la juventud de la autora. Sin embargo conviene matizar el aserto anterior, ya que hay numerosas imágenes que muestran una deliberada voluntad de conseguir un efecto estético. Hay unas imágenes de índole impresionista para presentar la ciudad, sus calles, edificios, que deslumbran a Andrea; pero cuando se describe el interior de Aribau se recurre a técnicas expresionistas, de distorsión de la realidad. La estética del feísmo permite a la escritora construir una atmósfera asfixiante que simboliza el empobrecimiento de la familia y su degradación moral y su nula esperanza de futuro.
En contraste con estas imágenes monstruosas, oscuras y feas de Aribau, tenemos las imágenes del agua, frente a la suciedad, pesimismo y muerte; el agua representa la limpieza, la luz, el optimismo y la vida. El agua en la religión católica simboliza la purificación del pecado original y en la novela representa el bautismo hacia la nueva vida que no acaba de llegar. La ducha libera la culpa y la lluvia, junto a las altas rejas de la Universidad, regeneran la amistan entre Andrea y Ena.
Esta es , en resumen, la trayectoria del desarrollo de la personalidad de Andrea. La casa familiar es la decadencia moral, física y económica y Andrea siempre está tratando de escapar de su influencia. Cuando al fin consigue dejar la casa, llamada a Madrid por la familia de Ena, se siente liberada por completo de aquel ambiente, así dice en el último párrafo de la novela: “Antes de entrar en el auto alcé los ojos hacia la casa donde había vivido un año. Los primeros rayos del sol chocaban contra sus ventanas. Unos momentos después, la calle de Aribau y Barcelona entera quedaban detrás de mí” (pag. 214).
En cuanto al título “Nada”,, nada le ha sucedido a Andrea físicamente en un año, pero emocionalmente ha cambiado mucho, nada ha cambiado la cara de Andrea, pero sí su modo de pensar y reaccionar.
Miguel Delibes en su artículo “Una interpretación de “Nada” dice: “Nada” es pesimista, pero no desesperanzada y señala como principal mérito de la novela: “la experiencia de incorporar al lector a la creación(…) y continúa: es, quizá el primer chispazo de renovación formal ofrecido por la novela española.
OBRAS
Novelas:
. Nada (1945). Premio Nadal y Premio Fastenrath de la Real Academia
. La isla y los demonios (1952)
. La mujer nueva (1955). Premio Nacional de Literatura
. La insolación (1963)
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. La llamada (1954). Colección de novelas cortas
Cuentos y relatos:
. La muerte (1952)
. La niña y otros relatos (1979)
Libros de viajes:
. Paralelo 35 (1965)
Antología:
. Mis mejores páginas (1956)
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BIBLIOGRAFÍA:
Laforet Carmen. “Nada”. Edición de Domingo Ródenas. Edit . Crítica (Col. Clásicos y Modernos). Barcelona 2001. Ejemplar de lectura y citas.
Laforet Carmen. “Mis mejores páginas”. Edit Gredos. (Col. Antologia Hispánica). Madrid, 1956
Corrales Egea José. “La novela española actual”. Edicusa. Madrid 1971.
Foster David W. “Nada “, de Carmen Laforet, ejemplo de neorromance en la novela contemporánea”, en Revista Hispánica Moderna, XXXII, 1966.