Ramón Pérez de Ayala: Oviedo, 1881- Madrid, 1962
“Troteras y danzaderas” fue escrita durante la estancia del autor en Munich y publicada
por la editorial Renacimiento en 1913. La novela reproduce la vida literaria española en Madrid y también los ambientes políticos y galantes de la primera década del siglo XX.
La acción se sitúa cuando Alberto se despide de Fina en la novela anterior, “La pata de la raposa”, con la promesa de volver para casarse, después de conquistar la gloria literaria en Madrid. Alberto es ahora un educador de dos prostitutas, Rosina y Verónica. Rosina es la misma lugareña de “Tinieblas en las cumbres”, pero convertida en “artista de varietés” y amante de un político influyente, don Sabas Sicilia. Pero Rosina, mujer sensible, tiene con Teófilo- silueta bufa del poeta modernista, pobre hombre, hijo de un sacerdote sacrílego y verdadero protagonista de la novela- vínculos vitales y afectivos, y también literarios, aunque ella de quien está enamorada es de Fernando. Verónica, su compañera, más inteligente, voluntariosa y desinteresada, ocupa el primer plano de la representación femenina de la obra. Destacamos dos momentos: la visita de Rosina al Museo del Prado, acompañada por Teófilo, donde nos da una interpretación popular del cuadro de “Las Meninas” y la lectura de “Otelo” por parte de Alberto para Verónica.
Los otros personajes son evocados con cierta emoción, y a modo de charada va apareciendo una galería de personas con nombres supuestos o levemente reformados, de tal manera que los amigos de la pensión de Alberto responden a personas del mundo intelectual de la época: Monte-Valdés (Valle-Inclán), Antón Tejero (Ortega y Gasset), Bobadilla (Benavente), Raniero Mazorral (Maeztu).. “Troteras y danzaderas” fue considerada una novela clave del Madrid de comienzos del siglo XX.
El personaje central, Alberto (trasunto del autor), que no aparece hasta la segunda parte, no evoluciona. Ni siquiera le pasa algo importante. Se acuerda de su novia, escribe una novela y consigue cierta notoriedad, pero sin beneficio económico. Lo único que hace es introducirnos en la vida bohemia madrileña. En cambio Teófilo Pajares (Villaespesa) si evoluciona y pasa de un personaje caricaturesco a ser un hombre de dimensiones profundas y un personaje tragicómico con su complejidad humana y literaria.
Estructura: La novela se divide en cinco partes, cada una de las cuales lleva títulos simbólicos:
1ª Sesostris y Platón: Un galápago y un pez. En eta primera parte se presentan algunos de los personajes principales: Teófilo Pajares, Rosina, Monte-Valdés.
2ª Verónica y Desdémona: Toma el nombre de la lectura de “Otelo”, que Alberto Díaz de Guzmán hace a petición de Verónica.
3ª “Troteras y danzaderas”, que da título a la novela y narra los debuts artísticos de Rosina y Verónica.
4ª Hermes Trimegistro y Santa Teresa.
5ª Ormuzd y Ahriman: los dos principios opuestos que mueven el mundo.
Cada una de estas partes se divide en capítulos cortos, que en la primera edición llevaban números romanos, que fueron suprimidos en la segunda.
La novela se abre con una escena de sainete típicamente madrileño: el poeta modernista, harapiento y el matrimonio castizo de los porteros. Esta es la situación: Teófilo Pajares quiere subir a ver a su amada Rosina y la portera “señá Dionisia” se lo impide y, además, le llama tísico. Al final interviene la criada y se soluciona el conflicto. Los porteros hablan en lenguaje castizo madrileño, con errores: “fegurarse, púpila y méndigo (el acento), utilización de términos cultos, “lasus, quiprocuo, un hemistiquio” (pag. 52) 1. Estos dos personajes del sainete inicial (la “señá Dionisia y el señor Emeterio) harán mutis por el foro y no vuelven a reaparecer: “Y se engolfaron en las tinieblas del cuchitril”(pag. 54).
Pérez de Ayala utiliza la técnica del narrador omnisciente. Suele presentar a un personaje en acción y en seguida, interrumpe el relato para contarnos sus antecedentes; así lo hace con don Alberto Monte-Valdés (Valle-Inclán) (pag. 55).
Por otra parte el novelista ve el mundo como contraste y armonización de distintas perpectivas y esto trae consigo el empleo de la técnica perpectivística, así cuando se produce el incidente de Teófilo, enamorado de Rosina, que no ha podido evitar encontrarse con don Sabas, a quien no parece importarle las relaciones de Rosina con el poeta; nada de drama; pero cada personaje reflexiona para sus adentros. El autor transcribe sus pensamientos expresando sus puntos de vista. Y además juega con el punto de vista físico de la hija de Rosina, Rosa Fernanda- su altura y su horizonte mental. Y aún irónicamente apela a conocer el punto de “Sesostris”, el galápago: “Sería interesante conocer el punto de vista de Sesostris” (pag. 117).
Así pues nos encontramos con una estructura narrativa formada por cuatro partes de parecida extensión y un final más breve, un tanto dispersa y sin una trama argumental unitaria. Conocemos gran cantidad de hechos protagonizados por diversos personajes; se describen ambientes variados e interesantes, sobre todo de la bohemia literaria y artística de Madrid; también conocemos el talante del narrador: su ironía y escepticismo y todo ello es lo que da unidad a la novela.
Los personajes: Alberto Díaz de Guzmán es el protagonista de la tetralogía autobiográfica (Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G., La pata de la raposa y TROTERAS Y DANZADERAS) y “alter ego” del propio autor, que tomó el apellido de unos familiares de Logroño con quienes convivió unos meses. Alberto dibuja, escribe poesía y una novela. Tiene 30 años, la misma edad que Pérez de Ayala al escribir la novela. Pero Alberto no es el protagonista de “Troteras y danzaderas”, el verdadero protagonista es el ambiente artístico, bohemio e intelectual del Madrid de 1910. El personaje de más trayectoria es Teófilo Pajares, nacido como caricatura del poeta modernista y se eleva a héroe tragicómico. Alberto, por su parte, no consigue la gloria literaria a que aspira. Tampoco siente la llamada a intervenir en la vida pública que impulsa a Tejero y al final de la obra no se sabe con qué finalidad ha escrito su novela. También ha roto con su novia Fina, sin decir por qué: “-¿Y tu novia? – He roto con ella” (pag. 412). Alberto ha alcanzado la impasibilidad estoica.
Teófilo Pajares, el poeta modernista (trasunto de Villaespesa) es quizás, a figura más compleja de todas las que aparecen en la novela. La presentación de Teófilo con elogios hiperbólicos que le hacen: “algunos diarios de escasa circulación: El Príncipe de los poetas españoles, a cuyo paso debía tenderse(…) un tapiz de rosas” (pag. 48), es ya claramente irónica. Esta primera descripción nos ofrece rasgos ridículos junto a otros de signo neutro o positivo: “cierto desdén hacia las artes cosméticas. Lo insólito de su delgadez y el desaliño de la indumentaria”(pag. 48); en consonancia con el verso de A. Machado: “-ya conocéis mi torpe aliño indumentario”2. Así pues, la descripción inicial ya es tornasolada, no totalmente ridícula.
Teófilo ha cantado muchas veces a la muerte- una muerte literaria- pero se muere de miedo al oír el nombre de una enfermedad real y posible, que le llevará a la muerte, la tisis: “Su zozobra constante era si estaría tísico” (pag. 49) Teófilo está envenenado de literatura, de mala literatura, nacida de los libros y no de la experiencia vital. El poeta protagonista al final de la novela reafirma su dualismo, confesándole a su madre: “Siempre ha habido en mí dos naturalezas: una torpe y vil, simuladora, vana; otra sincera y leal, entusiasta y dadivosa”. (pag.416). Teófilo, pues, es un personaje, fruto de los excesos del modernismo, que no ha resuelto satisfactoriamente las relaciones entre vida y literatura, entre realidad e imaginación y termina convertido en un héroe tragicómico.
Rosina es una mujer hermosa. Es consciente de atractivo sobre los hombres. Es blanda sensual y voluptuosa, sobre todo voluptuosa. Juega al amor con el poeta Teófilo Pajares y recupera su destino con Fernando, el acróbata, su primer y definitivo amor. Mientras es amante del ministro don Sabas. Pero Rosina, a pesar de su profesión, está hecha para amar a un solo hombre, a Fernando, el que la hizo mujer. Teófilo enferma por su fracaso sentimental, pero comprende lo equivocado de su camino y abandona los falsos ideales, se muestra auténtico y se acerca a la verdad novelesca. Tanto Teófilo como Rosina no pueden dejar de ser lo que son. Teófilo muere pero no por la maldad de Rosina. No hay malvados en este folletín sino sólo un héroe tragicómico.
Verónica es joven, 23 años, morena y alegre. Su realidad familiar la empujado a una vida de “trotera”, que abandonará, cuando triunfe: “A partir de aquella noche de su gran éxito había abandonado la carrera azarosa del vicio mercenario para hacer vida humilde y honesta” (pag. 282). Verónica, por otra parte, destaca por su sensibilidad y por su capacidad de emocionarse, de ver las cosas por primera vez, sin necesidad de intermediarios culturales.
Don Sabas Sicilia es afectuoso, inteligente y liberal y amante ,por dinero, de Rosina. Se muestra escéptico. Su actitud ante Teófilo-cuando le arrebata la amante- en vez de reaccionar con celos o utilizar su poder, dice: “Me parece natural. Yo soy viejo tú eres joven: ¿cómo te voy a exigir fidelidad absoluta” (pag. 107).
Otro personaje es Conchita, la criada de Rosina, que representa la pasión y Angelón ríos es una figura simpática y vitalista con ciertos rasgos de donjuán.
El espacio: Los personajes de “Troteras y danzaderas” viven en Madrid, a comienzos del siglo XX (1910). La ciudad representa todo su horizonte vital, en ella sufren, sueñan, se aburren, hablan. Teófilo pasea con su amada por el Prado. El grupo de amigos termina su noche de juerga en la Bombilla. Rosina y Verónica debutan en el circo Price. Sixto Díaz Torcaz (Pérez Galdós) estrena en el Teatro Español. Teófilo baja distraído por la calle Huertas, cara el Botánico. Alfonso del mármol exhibe su impasibilidad jugando al baccará en le Liceo Artístico (El Círculo de Bellas Artes). Angelón y Alberto viven en la calle Fuencarral. Como vemos son todos lugares identificables hoy en día.
“Troteras y danzaderas” es una novela de ambiente, tanto como de personajes e ideas. Pérez de Ayala la escribe en Alemania e intenta reflejar unas horas de bohemia literaria, que ha vivido hace un año. Uno de los lugares principales de la vida intelectual y literaria es el Ateneo, allí da la famosa conferencia Raniero Mazorral (Maeztu) en 1910, por allí pululan bohemios y jóvenes promesas como Arsenio Bériz (García Sanchiz).
La acción de la novela se centra en las calles del barrio de las Letras: Huertas, Cervantes, Lope de Vega, Paseo del Prado, Atocha. Tan sólo en una ocasión la acción de la novela se desarrolla fuera de Madrid y es cuando Rosina y Teófilo, Verónica y Alberto van a pasar el verano a Ciluria (Asturias), identificado como Celorio en el municipio de Llanes.
Todos estos lugares, desaparecidos en su mayoría o muy cambiados, siguen vivos en estas páginas gracias a la magia literaria de Pérez de Ayala.
El tiempo: La novela apareció en Madrid en 1913, concretamente el 17 de febrero. Pérez de Ayala la terminó el 10 de noviembre de 1912 en Munich. El novelista se encontraba en noviembre de 1911 en Florencia, donde había ido pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) para estudiar estética y al año siguiente va a Alemania; por lo tanto podemos aventurar que la escribe de noviembre de 1911 a noviembre de 1912.
Sin embargo el tiempo narrado corresponde a 1910 y el indicio más seguro nos lo da la famosa conferencia de Ramiro de Maeztu en el Ateneo, que recoge la novela:”Los intelectuales y la política”, con fecha del 7 de diciembre de 1910. Hay bastante coherencia cronológica en la obra, de tal forma que todos los hechos importantes tienen su base histórica en el Madrid de 1910 .
Así pues, Pérez de Ayala escribe- de fines de 1911 a fines de 1912- sobre unos hechos bastante cercanos, sucedidos en 1910 y desde Alemania. Esto favorece el recuerdo y proporciona cierta distancia mental para novelar los hechos vividos. Pérez de Ayala escribe una novela de clave con los nombres de los personajes y de los lugares madrileños levemente cambiados o camuflados.
“Troteras y danzaderas”, novela de clave: Toda la crítica está de acuerdo que se trata de una novela de clave, donde los personajes aparecen con los nombres desfigurados. El propio Pérez de Ayala dice: “mi novela Troteras y danzaderas – mundillo de ficción, dentro del cual, con leve, transparente máscara y apenas disimulada, pulula regular acopio de figuras reales, las más señaladas y conspicuas de nuestra literatura actual”3.Ante una declaración tan rotunda del autor no cabe albergar dudas.
Ahora para descifrar las claves tendremos que recurrir a investigadores y eruditos: Joaquín de Entrambasaguas dice:”di con un ejemplar de “Troteras y dnzaderas” en su primera edición (…)- que se conserva en la Biblioteca del Ateneo de Madrid, en que un lector, muy enterado de todo(…), tuvo el capricho de anotar, al margen de su puño y letra, la identificación de los personajes, que por otra parte corroboran (…), ciertos rasgos inconfundibles que se dan el ellos”4. José García Mercadal, que trató mucho al escritor, en los últimos años de su vida y que se ha ocupado de reunir los artículos dispersos en libros también descubre las claves. Ambos proponen la siguiente lista:
Personajes García Mercadal Entrambasaguas
Antón Tejero Ortega y Gasset Ortega
Sixto Díaz Torcaz Gadós Galdós
Bobadilla Benavente Benavente
Monte-Valdés Valle-Inclán Valle-Inclán
Raniero Mazorral Maeztu Maeztu
Arsenio Bériz F. García Sanchiz F.García Sanchiz
Luis Muro Luis de Tapia Luis de Tapia
Don Sabas Amós Salvador Amós Salvador
Teófilo Pajares Marquina Villaespesa
Alberto Díaz de Guzmán Pérez de Ayala Pérez de Ayala
Rosina La Fornarina
Verónica Tórtola Valencia Antonia Mercé
(Consuelo Bello) “La Argentinita”
González Fitoria Hnos. Alvarez Quintero
Muslera Gacía Morente
Angelón Ríos Manolo Uría
Andrés Amorós identificó a Halcon-ete con Azor-in, nótese el diminutivo.
Pero lo esencial de la novela, como obra de clave, no son las identificaciones de los personajes, sino el ambiente, las personas y un tiempo que ya son historia, pero que a través de la lectura podemos revivir.
Significación: En cuanto al título, “troteras” la toma de la estrofa 513 del “Libro de Buen Amor” de Juan Ruiz: “Después fise muchas cantigas de dança e troteras”, y que viene a significar recaderas amorosas, cuyo personaje lo encarna Trotaconventos (precelestina), y “danzaderas” es una palabra inventada por el autor buscando la rima y la elección fue afortunada por la resonancia popular de este título, aunque en la novela no se hable sólo de “troteras y danzaderas”. Dos veces aparece el título en la novela, la primera cuando va a empezar el espectáculo de circo de Travesedo, dice: “Se encaminó al escenario(…), cuyos muros estaban casi cubiertos con cartelones llamativos, representnado payasos, acróbatas(…) troteras y danzaderas”(pag. 208), y la segunda en la última línea de la novela, que aparece repetido en el diálogo entre Enrique Muslera (García Morente) y Alberto Díaz de Guzmán (Pérez de Ayala): “¿Qué ha producido España? Y le contesta Alberto: -Troteras y Danzaderas, amigo mío; Troteras y Danzaderas”(pag.423).
El problema de España en la novela demuestra la filiación noventayochista de Pérez de Ayala, aunque pertenezca a la generación siguiente, la de 1914 o novecentista. Veamos esta descripción típicamente noventayochista: “ en una estación Palanquinos (León), nunca se me olvidará, después de una parada eterna y en medio de un silencio abrumador, oigo llorar a un niño. Vamos renuncio a expresar lo que en aquellos momentos sentí”(pag.273).
Sobre el tema de España Pérez de Ayala critica a los políticos, que sólo se preocupan del medro personal, luchan por el poder para poder disfrutar de él; y de los españoles dice que no aprecian el trabajo honrado.
Ramiro Mazorral habla de la bondad y de la laboriosidad. Don Sabas, el ministro, se ríe de la ingenuidad del noventayochista. Antón Tejero opina que es obligación de los jóvenes hacer política activa contra la corrupción de la España oficial. Alberto Díaz de Guzmán (portavoz del novelista) matiza.” Lo que hace falta es una educación estética que nadie curó de darle” (186).
Pero además del tema de España, Pérez de Ayala ha utlizado la historia de Alberto para componer una novela de clave- como se ha dicho-, de crítica literaria, de digresiones y de costumbrismo artístico madrileño. Pero Alberto ya no es el protagonista, apenas actúa, no evoluciona. Escribe una novela. Se acuerda de Josefina, su novia lejana y rompe con ella sin dar explicación alguna. El verdadero protagonista, aunque la novela es bastante coral, es Teófilo Pajares. Con él empieza la novela, es protagonista del sainete incial y con él acaba la novela. Le suceden cosas. Evoluciona de la caricatura ridícula a hombre dolorido, del tal forma que se convierte en el héroe tragicómico final.
En “Troteras y danzaderas” hay gran cantidad de temas (España, literatura, costumbrismo, el amor…), pero al fondo de todo en esta novela realista y de estructura dispersa, está el Madrid de 1910: el testimonio lleno de vida de un momento y de un ambiente que ya son historia, una mirada prustiana a un tiempo ido.
Novelas de Pérez de Ayala:
1º Época: La tetralogía autobigráfica: Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G, La pata de la raposa y TROTERAS Y DANZADERAS.(1907-1913)
Transición. Prometeo, Luz de domingo, La caída de los limones (1916)
2ª Época: grandes temas: Belarmino y Apolonio, Luna de miel, luna de hiel, Los trabajos de Urbano y Simona, Tigre Juan y El curandero de su honra. (1921-1926)
Ediciones de" Troteras y danzaderas":
1. Troteras y danzaderas (Novela). Madrid. Renacimiento. Imprenta Prudencio Velasco. 1913
2. Edit. Mundo Latino. O.C. Tomo VI. Madrid, 1923
3. Edit. Pueyo S.L. O.C. Tomo VI. Madrid, 1930
4. Edit Espasa-Calpe. Buenos Aires, 1939
5. Edit Losada. Buenos Aires, 1942
6. O. C. de R. P. de Ayala, tomo I. Aguilar, Madrid, 1964
7. Edit EDAF. Madrid-BB.AA,1966
8. Clásicos Castalia.Edición de Andrés Amorós. Última edición en 1991 (agotada). Madrid, 1973
9. O. C. de R. P. de Ayala. I. B. de Castro. Madrid, 1998
BIBLIOGRAFÍA:
-Amorós Andrés. Vida y literatura en “Troteras y danzaderas”. Castalia. Madrid, 1973
-Entrambasaguas Joaquín de. “Las mejores novelas contemporáneas, 1925-1929”.Tomo VII. (Con la colaboración de Pilar Palomo). Edit Planeta. Barcelona, 1973
-Nora Eugenio de .”La novela española contemporánea. Vol. 1. Gredos, 1963
-Pérez de Ayala, Ramón. “Troteras y danzaderas” (Edicón de Andrés Amorós). Clásicos Castalia. Madrid, 1973
REVISTAS:
-Cuadernos Hispanoamericanos, 307-308 (Enero-Febrero, 1981)
-Ínsula, 404-405 (Julio-Agosto,1980)
-Los Cuadernos del Norte (Junio-Julio, 1980)
Madrid, 7 de mayo de 2008
Anastasio Serrano
1 . Pérez de Ayala, Ramón. “Troteras y danzaderas” (Edición de Andrés Amorós). Clásicos Castalia. Madrid, 1973. Todas las citas textuales corresponderán a esta edición.
2 .Machado Antonio.”Poesías Completas”. (Edición de Manuel Alvar). Coección Austral. Espasa-Calpe.Madrid,2004. De “Campos de Castilla” (1907-1917).”Retrato” pag. 150
3 Tapia Luis de.”Sus mejores versos”. Colección los Poetas, 1929. Esto lo dice Pérez de Ayala en :Prólogo a Luis de Tapia.
4 Entrambasaguas Joaquín de .”Las mejores novelas contemporáneas”, 1925-1929.Tomo VII. Edit. Planeta. Barcelona, 1973 (pag. 320)
2 .Machado Antonio.”Poesías Completas”. (Edición de Manuel Alvar). Coección Austral. Espasa-Calpe.Madrid,2004. De “Campos de Castilla” (1907-1917).”Retrato” pag. 150
3 Tapia Luis de.”Sus mejores versos”. Colección los Poetas, 1929. Esto lo dice Pérez de Ayala en :Prólogo a Luis de Tapia.
4 Entrambasaguas Joaquín de .”Las mejores novelas contemporáneas”, 1925-1929.Tomo VII. Edit. Planeta. Barcelona, 1973 (pag. 320)