viernes, 27 de septiembre de 2013

LA CASA DE PANERO EN ASTORGA

                                       

                                     LA CASA DE LEOPOLDO PANERO EN ASTORGA
 




Por fin se ha abierto al público la casa de Leopoldo Panero en Astorga con una exposición colectiva de cuadros y esculturas: “Pandemia de palabras y libros”, nada que objetar sobre la exposición, sin duda un atractivo cultural para el turista.

Dicha casa fue adquirida a mediados del siglo XIX por Leoncio Núñez, tío del padre de Leopoldo, que emigró a América y volvió rico. Leoncio Núñez arregló la casa con buen gusto y con todo el confort de la época. Esta casa fue heredada por don Moisés, padre de Leopoldo.

La casa de Panero está situada a unos cincuenta metros de la catedral y la calle lleva el nombre del poeta, una placa de mármol blanco lleva inscrito:



CALLE DEL POETA LEOPOLDO PANERO,

Nací en Astorga como pesa el tormo

con una catedral desde mi cimiento

y con mi calle en sombra me conformo.

        1. Panero (de Canto Personal. Carta perdida a Pablo Neruda).



Es un edificio bastante amplio con jardín a la entrada y de arquitectura indiana, muy poco común en Astorga. Se trata de una de esas mansiones (casas de indianos) tan típicas del norte de España, en las que no faltaba nunca una palmera. En el jardín de la casa de Panero tenemos la palmera y un magnolio, además de la estatua sedente del poeta.

Pero lo que sí se echa de menos en la casa restaurada, respetando la distribución original y la madera de las galerías, son los muebles y enseres originales que se conserven en buen estado; así como todo recuerdo de Leopoldo Panero: fotos, manuscritos, primeras ediciones de sus libros y los restos de su biblioteca personal y toda la obra crítica en torno a la producción poética de Leopoldo y de su hermano Juan, también poeta

Igualmente la casa puede ser enriquecida con la obra de creación y crítica de los otros dos miembros de la Escuela de Astorga: Don Ricardo Gullón y Luis Alonso Luengo, pues los herederos de ambos parece ser que están dispuestos a hacer la donación correspondiente del legado de sus respectivos padres; así como el legado del erudito Luis Alonso Luengo y del compositor Evaristo Fernández Blanco

De la casa llama la atención la 'torre' de Panero (La estancia vacía), lugar en el que Leopoldo escribía y leía con la panorámica del Teleno al fondo; porque Leopoldo tuvo su 'torreón', abierto a los cuatro vientos, con ventanas dobles para protegerse del frío invierno astorgano, como Ramón Gómez de la Serna la torre de la calle Velázquez en Madrid o aquella otra Torre de los Panoramas que habitó el escritor modernista uruguayo Julio Herrera y Reissig en Montevideo.

Enternece pensar que en esa casa, ahora restaurada, se hospedó invitado por Leopoldo, el poeta peruano César Vallejo (Los Heraldo Negros y Trilce) durante tres días en las navidades de 1931; así como, más tarde, destacados miembros del la Generación del 27 como Gerardo Diego y Dámaso Alonso o Luis Rosales, compañero de la Generación del 36

Esperemos que en breve, la casa de Panero esté convertida en centro cultural de la Escuela de Astorga abierta a investigadores y curiosos.

*** ***

Leopoldo Panero Torbado, Astorga (León), 1909- Castrilllo de las Piedras (León), 1962. Poeta de la Generación de 1936, dentro de la poesía arraigada

Obra: La estancia vacía (1944), Escrito a cada instante (1949) y Canto personal (1953)




Casa-museo de Panero en Astorga, 2013













 












viernes, 20 de septiembre de 2013

MACORINA de Alfonso Camín

                             MACORINA  de Alfonso Camín
                                              
El día 30 de julio de 2012 moría en Cuernavaca (Méjico) Chavela Vargas1 y por tal motivo, diversos cantantes y gente del espectáculo escribieron artículos elogiando el arte de la intérprete de “Macorina”
Pero yo quiero hacer una precisión sobre la autoría de la letra de “Macorina”. Pues bien el autor del poema “Macorina” fue el poeta asturiano, Alfonso Camín2 (Roces, 1890-Porceyo, 1982), emigrado a Cuba. Mucho antes de que lo popularizara, con voz desgarrada, Chavela Vargas, que decía que la letra era suya, se recitó por todo el Caribe.
 
Esta es la letra de “Macorina”:
Ponme la mano aquí, Macorina
Ponme la mano aquí
Ponme la mano aquí, Macorina.

Tus pies dejaban la estela
y se escapaba tu saya
buscando la verde raya
que al ver tu talle tan fino
las cañas azucareras
se echaban por el camino
para que tú las molieras
como si fueses molino.

Ponme la mano aquí, Macorina
Ponme la mano aquí.

Tus senos de carne de anón
tu boca una bendición
de guanábana madura
y era fina tu cintura
la misma de aquel danzón.

Ponme la mano aquí, Macorina.
Ponme la mano aquí.

Después el amanecer
que de mis brazos te lleva
y yo sin saber qué hacer
de aquel olor a mujer
a mango y a caña nueva
con que me llevaste al son
caliente de aquel danzón.

Ponme la mano aquí, Macorina.
Ponme la mano aquí
Ponme la mano aquí, Macorina
Ponme la mano aquí.

La canción, no cabe duda, que es una exaltación de la mujer y de los frutos cubanos; y luego el estribillo: “Ponme la mano aquí” es de lo más sugerente, porque tanto puede referirse al corazón del amante o a cualquier otra parte de la anatomía que el oyente pueda imaginar.
Alfonso Camín, residente en la Habana, tuvo que requerir a Chavela Vargas para que pusiera las cosas claras y se dejase de apropiaciones indebidas. La cantante, en principio, no hizo caso, pero cuando le propinó unos bastonazos en las costillas, parece que la cosa cambió.
En la entrevista en TVE, que repusieron con motivo de su muerte, también habla de “Macorina” como canción propia, recogida de la tradición por ella, claro que en esas fechas ya no estaba Alfonso Camín para reclamar la propiedad intelectual.
¿Quién fue la Macorina? (María Calvo Nodares, 1892- 1977), Pues fue la primera mujer que tuvo permiso de conducir automóviles, a principios del siglo XX, en La Habana.
Algunos dicen que fue modelo, pero en realidad fue una prostituta selectiva, que perteneció a los círculos sociales más selectos de La Habana y cuando fue cumpliendo años, sus amigos del pasado le dieron la espalda y tuvo que vender sus pertenencias: joyas, coches y sus cuatro mansiones. Fue calificada por algunos como la “Mata Hari” cubana. Murió casi en la miseria en La Habana en 1977.
En cuanto a su apodo “La Macorina”, se cuenta, que mientras caminaba en París por la acera del Louvre, un joven, algo bebido y deslumbrado por su belleza, le dijo: ¡Ahí va la Macorina!, cuando quería decir “La Fornarina” (Consuelo Bello1), la famosa cupletista española,. Que triunfaba en París, a la sazón.
Así pues, recalquemos, una vez más, que el autor de la letra de “Macorina” es el poeta asturiano Alfonso Camín.

1. Chavela Vargas, Isabel Vargas Lizano nació en San Joaquín de Flores (Costa Rica) en 1919, pero se nacionalizó mejicana y murió en Cuernavaca, 2012.Méjico. Tuvo una infancia difícil, abandonada por sus padres, dejándola al cuidado de unos tíos. Llegó a Méjico a mediados de los años 30, huyendo de una sociedad pacata, la costarricense que no respetaba su lesbianismo. Poco después conoció y convivió con Diego Rivera y Frida Kahlo, doce años mayor que ella, con la que tuvo una relación transgresora. También tuvo relación con Picasso, Neruda, Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Nicolás Guillén y Gabriel García Márquez.
En el mundo de la música tuvo relación con José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Facundo Cabral, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Ana Belén y Víctor Manuel y Mª Dolores Pradera
Más tarde inicia una relación de amistad y profesional con el compositor José Alfredo Jiménez, que la inició en la interpretación de rancheras. Chavela interpretó la canción ranchera con su peculiar estilo, acompañada de una guitarra, emulando la forma de cantar de un hombre ebrio. Chavela rompe moldes, transgrede, abandona la ropa femenina y sale al escenario en pantalones y con jorongo.
En los años 50 amenizaba las fiestas de las estrellas de Hollywood en Acapulco. En estos años dio el salto a Nueva York y cantaría con Harry Belafonte; y ya en el culmen de su carrera lanza su primer disco en solitario: Noches de bohemia en 1961.
La muerte prematura de su amigo y protector, José Alfredo Jiménez en noviembre de 1973, la sume en una honda tristeza. Cae en el infierno del alcohol y desaparece de los escenarios. Resurge de las cenizas del alcohol en los años 90, de la mano de la actriz Jesusa Rodríguez y la cantante Liliana Felipe, quienes la llevaron al café-cabaret “El Hábito” de la ciudad de Méjico.
El director de cine alemán, Werener Herzog, le dio un papel en la película Grito de piedra (1991). Grabó un nuevo disco, Piensa en mí, con el recuperó su fama perdida. Después ya llegó a España de la mano de su inseparable Pedro Almodóvar, que le dio papel en varias de sus películas: Tacones lejanos, en la que interpretó, “Piensa en mí” de Agustín Lara en la voz de Luz Casal, Kika (1993), La flor de mi secreto (1995) y Carne trémula (1997).
Actuó en Madrid en la Sala Caracol en 1993, siendo reconocida por la nuevas generaciones. Y Joaquín Sabina y Álvaro Urquijo compusieron en su honor, “Por el bulevar de los sueños rotos” (1994).
En 2009, con motivo de su 90 cumpleaños, el Gobierno de la Ciudad de Méjico le hizo un homenaje nombrándola “Ciudadana distinguida”.
En 2012 con 93 años lanzó su disco- libro Luna grande, donde revivió, homenajeó, poemas de Federico García Lorca y repasó algunos de sus mayores éxitos. El disco-libro fue presentado en el palacio de Bellas Artes de la ciudad de Méjico. Estuvo acompañada por Eugenio León, Martirio y Laura García Lorca, sobrina del poeta.. Esta sería la última actuación en Méjico y se despidió con una peculiar versión de “La llorona”, diciendo:

Y así termina una historia que comenzó de la nada
Dame la mano llorona, que vengo muy lastimada.
Señora, dame la mano que vengo muy cansada.
En julio de 2012 viajó a España para presentar su disco-libro en la Residencia de Estudiantes. Fue su última actuación. Se sintió indispuesta, fue hospitalizada en Madrid con un cuadro de fatiga y taquicardia. Se recuperó y regresó a Méjico, donde moría el 30 de julio de 2012 en Cuernavaca.
2Alfonso Camín, La Peñuca (Gijón) 1890- Porceyo, 1982, emigró a Cuba en 1905 con 15 años. Trabaja como periodista en el prestigioso Diario de la Marina. En 1914 regresa a España para cubrir la información de la Primera Guerra Mundial para dicho diario. Permanece en España hasta 1936 y al estallar la guerra civil vuelve a emigrar a Cuba y luego a Méjico. Fue precursor de la poesía afroantillana. Algunos de sus textos fueron musicalizados, como la zarzuela La pícara molinera del maestro Luna. Chavela Vargas inmortalizó con su voz y su música desgarrada, “Macorina”. Regresa definitivamente a Gijón en 1967.
En 1981 fue nombrado “Hijo Predilecto y Poeta de Asturias”. Es considerado el Poeta Nacional de Asturias.
Obra: Adelfas (La Habana, 1913), Crepúsculos de oro (La Habana, 1914), Cien Sonetos (La Habana, 1915), Los Emigrantes, (1915), Hombres de España (Madrid, Renacimiento, 1923), De la Asturias simbólica y nuevos poemas (Madrid, Renacimiento, 1925), Antología poética (Madrid, Ibero-americana, 1930), América y sus hombres (Méjico,1957)

3.Consuelo Bello, “La Fornarina” (Artista de varietés), Madrid, 1884-1915, famosa cupletista, intérprete de “Clavelitos”, canción compuesta por su novio y promotor, José Juan Cadenas. Este cuplé “Clavelitos” no tiene nada que ver con la canción de tuna del mismo nombre compuesta, décadas después, por el maestro Monreal.
Se la relacionó con el mundo de la prostitución. Se dice que a los 15 años era 'cantonera' en los soportales de la Plaza Mayor de Madrid.
Actuó en Madrid, Barcelona, Valencia y también triunfó en Montecarlo, Londres y el Olympia de París.
En 1914 cantó por primera vez “El último cuplé” y al año siguiente comenzaron los problemas de salud, que le causaron la muerte en pleno éxito con 31 años.
“La Fornarina” no tenía una gran voz, pero afinaba a la perfección. Su fama se debía a su gracia y sensualidad personales, así como a la ingenuidad, algo picante, que desplegaba en escena.