Cubismo futurismo expresionismo
Se denominan vanguardias
al conjunto de los movimientos artísticos que se desarrollaron en
las primeras décadas del siglo XX con voluntad de rebeldía frente a
la concepción del arte basado en la realidad. Se difundieron por
medio de revistas y manifiestos y mostraron su gusto por lo
excepcional y lo extraño.
La vanguardia aborda la
renovación del arte y su función social, atacando los sistemas más
aceptados de representación o expresión artística en teatro,
pintura, literatura, cine, arquitectura o música.
La característica
principal de la vanguardia es la libertad de expresión, que se
manifiesta alterando la estructura de las obras, abordando temas tabú
y desbordando los parámetros creativos; en poesía se rompe con la
métrica y cobra relieve la tipografía; en arquitectura se desecha
la simetría y en pintura se rompe con las formas, colores neutros y
la perspectiva.
El término vanguardia
surge durante los años de la Primera Guerra Mundial y tiene su
origen en el vocablo francés avant-garde, palabra de origen
militar, que venía a reflejar el espíritu de lucha, de combate que
el nuevo arte libraba frente al realismo-naturalismo.
Tomado literalmente, el
término vanguardia implica la idea de avanzadilla, de pequeños
grupos destacados del cuerpo mayoritario, que se sitúan por delante.
En efecto la vanguardia artística se manifestó como acción de un
grupo reducido, como una élite que se enfrentaba a las situaciones
establecidas y aceptadas por la mayoría (la inercia del gusto
artístico).Estas tendencias vanguardistas se enfrentaron al orden
establecido, a los criterios asumidos por las clases económicas e
intelectuales, con ánimo de ruptura.
La vanguardia artística
y literaria, los llamados “ismos”, surgen en el periodo de mayor
agitación social del siglo de 1914 a 1939, fechas que suponen el
inicio de las dos guerras mundiales. Estos “ismos”, unos apenas
dejarían huella artística, pero otros aportaron nuevas formas al
arte para siempre.
Los artistas de
vanguardia se enfrentaron a las ideas burguesas y unos derivarán
hacia el antiburguesismo de corte fascista, como es el caso del
futurismo de Marinetti y otros mostrarán su rebeldía en el
movimiento proletario.
El fascismo-nazismo y el
comunismo serán exaltados por la estética futurista y
expresionista. El surrealismo francés apuesta, en parte, por el
marxismo. Posteriormente estos artistas serán perseguidos y
prohibidos por los propios aparatos del estado, como sucedió en la
URSS estalinista a partir de 1923, en la que los poetas futuristas
serán criticados por la nueva estética del realismo-socialista. Y
en la Alemania nazi será rechazada y prohibida la pintura
expresionista, considerada a partir de entonces (1933) como “arte
degenerado”.
Al terminar la Segunda
Guerra Mundial, e incluso antes, los vanguardismos irán declinando y
quedarán incorporados al arte moderno; si acaso se mantuvo activo el
surrealismo francés y sus derivaciones hasta la muerte de André
Breton; aunque el surrealismo sigue vivo en no pocos países.
Vayamos ahora a
desentrañar la esencia de estos movimientos vanguardistas: cubismo
(1906), futurismo (1909) y expresionismo (1910).
EL CUBISMO
El punto de arranque del
cubismo lo tenemos en los cuadros pintados por Picasso, influido por
la estatuillas negras y polinesias, Les demoiselles d’ Avignon
y la serie de paisajes de Horta de Ebro, donde la dislocación formal
es acusada por la geometría. Y Georges Braque también ejecuta otros
paisajes de análoga estructura, cuyos tejados en perspectiva plana
dan la sensación de cubos, Les maisons à l’ Estaque.
Cuando se expusieron
estos cuadros de Braque en el Salón de otoño (1908), Matisse, que
formaba parte del jurado, los califica de “caprichos cúbicos”.
La frase recogida por el crítico de arte Louis Vauxcelles hizo
fortuna y ya tenemos nombrado el cubismo.
Muy pronto se adhirieron
al cubismo el español Juan Gris, Albert Gleicer y Joan Matzinger. El
cubismo, pues, fue el arte de descomponer y recomponer la realidad.
Sus principios son: bidimensionalismo, compenetración de planos y
simultaneísmo de visión.
Este primitivo grupo
cubista plástico vivía en estrecha relación con poetas, escritores
y coleccionistas, que compartían la manera de ver y de expresar el
mundo exterior. Entre ellos tenemos a Gillaume Apollinaire, Max
Jacob, los hermanos Gertrude y Leo Stein y el marchante Kahnweiller.
El cubismo literario,
algo más tardío, comienza en 1910 y sus notas más características
son: autonomía absoluta de la obra de arte; el poema se entiende
como ‘objeto’, como fin en si mismo.
El cubismo pictórico
pretende expresar la esencia de la realidad a través de la
simultaneidad de sus formas geométricas más significativas; el
cubismo literario, por su parte, se basa en la simultaneidad, y
también en un mismo plano, plasma percepciones, recuerdos,
conversaciones fortuitas, intuiciones, títulos de noticias; nace,
pues, el collage literario
Los escritores cubistas
manifestarán su cosmopolitismo, la pasión por el viaje y la
aventura en sus obras. Son significativas a este respecto las obras
de Blaise Cendrars Kodak , Feuilles de route y La Formose
(1924).
Incorporan el humor a la
literatura contemporánea, heredado de la “patafísica” de Alfred
Jarry (Obu roi), a través de los juegos verbales de
Apollinaire, Paul Morand y Max Jacob. Los poemas cubistas, en
general, son alegres, festivos y atravesados por el humor.
El poema cubista oscila
entre la simultaneidad de ideas, percepciones y sensaciones y la
disposición gráfica de las palabras. Rompe con la puntuación y la
rima y se convierte en un experimento entre el elemento
literario-mosaico, enumeración caótica de datos y el
visual-espacial.
En cuanto a la producción
de literatura cubista tiene sus órganos de expresión en las
revistas, L’Élan, Sic, Nord-Sud, Litterature.
En 1917 se inicia el
periodo de mayor esplendor del cubismo, Gillaume Apollinaire estrena
el drama (surrealista), Les mamelles de Tiresias y en 1918
publica: Calligrames, la obra que más iba a influir en la
poesía experimental contemporánea; ya había publicado Alcools
en 1913. Max Jacob publica Le cornet à dés (1917), (El
cubilete de dados), poemas en prosa en los que consagra su poesía de
la paradoja y el juego verbal.
En
1919, Cendrars publica 19 poémes
elastiques; André Breton, Mont
de Piété ; Pierre Reverdy, La
guitarre endormie y André Salmon,
Priikaz.
El cubismo literario
muere de muerte natural, absorbido, en parte, por el dadaísmo y
sobre todo por el movimiento surrealista, nacido oficialmente con el
primer manifiesto en 1924.
EL FUTURISMO
Nace en 1909 cuando el
escritor italiano Filippo Tommaso Marinetti publica el primer
Manifiesto del futurismo en Le Figaro de Paris el 22 de
febrero de 1909. Marinetti se muestra vital y fieramente iconoclasta
frente a la tradición (solo existe el futuro). Se muestra
antirromántico (“Matemos el claro de luna”) y exalta la
civilación mecánica y la tecnología: “Un automóvil de carreras
es más hermoso que la Victoria de Samotracia”, dice en el
manifiesto de 1909.
El futurismo literario,
en consecuencia, tratará nuevos temas como la máquina de vapor, el
avión, la energía eléctrica, los deportes, la velocidad.
También exaltan la
intuición y el sensualismo frente a la inteligencia y reivindican el
valor y la audacia; asimismo revalorizan el nacionalismo, el
patriotismo, el militarismo y la guerra, con lo cual el futurismo
desembocará en el fascismo.
Todos estos temas debían
articularse en torno a unas técnicas expresivas como la supresión
de adjetivos y adverbios para lograr un mayor dinamismo verbal;
destrucción total de la sintaxis y la puntuación para dejar “las
palabras en libertad”, claro precedente de la escritura automática
de los surrealistas.
Las innovaciones
tipográficas son bien llamativas, desde el empleo de cuatro o cinco
tintas en una misma página y varios caracteres distintos. Además la
distribución de las líneas en la página podía ser vertical,
oblicua o circular y con letras mayúsculas de gran tamaño. Todas
estas innovaciones obedecen a una necesidad ultraexpresiva, que luego
fueron utilizadas por Apollinaire en sus Calligrames y por los
dadaístas. Marinetti quiere dar una visión pictórica de la página
con estas innovaciones tipográficas.
El canto al hombre nuevo,
producto de la civilización industrial, tiene sus precedentes en
Walt Whitman con Leaves of gras (Hojas de hierba), Rudyard
Kipling con The seven seas (Los siete mares) o Émile
Verharen con Les villes Tentaculaires (Las ciudades
tentaculares). Mientras que el vitalismo y el sensualismo latinos son
herederos directos de Il piacere (El placer) de Gabriele D’
Annunzio.
El futurismo se beneficia
del clima cultural creado por la revistas Leonardo
(1903-1907), dirigida por Giovanni Papini; La Voce (1908-1913)
de Ardengo Soffici y Lacerba (1913-1915) de Giuseppe
Prazzolini. También aprovecha el futurismo un cierto estado de
euforia histórica ante el régimen liberal, que los futuristas
contribuirían a destruir.
Pero, con todo esto, el
futurismo literario se reduce a las actividades de Marinetti y sus
hombres y a la redacción de más de 40 manifiestos.
En el primer manifiesto
futurista, Marinetti inicia su labor de auténtico propagandista y
proselitista de un movimiento del que se declara dirigente absoluto.
Veamos un fragmento de un
manifiesto-síntesis de Marinetti:
Arte vida
explosiva. Italianismo paroxístico. Anticultura. Antiacademia.
Antilógica. Antigracioso. Antisentimental. Contra las ciudades
muertas.- Modernolatría. Religión de la nueva originalidad
velocidad. Desigualdad.- Intuición e inconsciencia creadoras.
Estética de la máquina (…) Destrucción de la sintaxis (…)
Palabras ruidistas en libertad (…) Luz eléctrica decorativa.
Síntesis reatrales de sorpresa sin técnica y sin psicología.1.
En cuanto a los
futuristas de primera hora (Corrado Govoni, Paolo Buzzi, Francesco
Cangiullo y Luciano Fulgore) han pasado a la historia más como
comparsas que como escritores de interés; mientras que los
escritores de obra personal (Soffici, Papini, Carrà y Severini)
fueron abandonando el futurismo.
Papini narra su ruptura
con el futurismo en su libro L’esperienza futurista
(1913-1914), publicado en 1919, esto dice Papini:
Me adherí
al futurismo creyendo encontrarme con hombres verdaderamente nuevos y
libres que se proponían una efectiva renovación del arte italiano,
del espíritu italiano. Al cabo de un año advertí que había caído
en una iglesia, academia o secta más pintoresca que las demás, pero
donde se buscaba la fe antes que la libertad, el ruido antes que la
creación, la
Hacia 1920 se producen
las defecciones del resto de los futuristas y en 1924 es el año de
la decadencia. El fascismo que se nutrió de su retórica y de su
estética acabó con el futurismo, aunque Marinetti es asimilado por
el fascismo. Mussolini nombra al otrora antiacadémico en la Real
Academia Italiana. Marinetti muere prácticamente olvidado el 2 de
diciembre de 1944.
El futurismo tuvo su
proyección internacional con la publicación de la revista Orpheu
de Lisboa en 1915, en la que colaboraron Fernando Pessoa, Mario de Sá
Carneiro, el pintor y escritor José Almada Negreiros, Adolfo Casais
Monteiro; también en Portugal se publicaron las revistas
Contemporánea (1922) y Athena (1924), en todas ellas
había reflejos del futurismo de otros ismos nacientes. Más
propiamente futurista fue Portugal futurista (1917),
que fundó el pintor Santa Rita.
El futurismo ruso:
La gestación del
futurismo ruso es anterior a la primera visita de Marinetti a Moscú
en 1910 y sus presupuestos estéticos son similares a los del
futurismo italiano. Los principales representantes son Klebnikov, de
origen tártaro y cultivador de una onomatopeya panlingüista
(“zaum”) y sobre todo Vladimir Maikovski, caucasiano, nacido en
1893, y coautor con Klebnikov, Burluke y Kruchenik, de manifiesto:
“Una bofetada a la opinión pública”, publicado en Moscú en
1912 con este tenor: “El pasado es estrecho. La Academia y Pushkin
son más incomprensibles que los jeroglíficos. Debemos arrojar a
Pushkin, Dostoievski, Tolstoi etc por la borda del navío de la
actualidad”3.
El futurismo ruso se
sentirá identificado con los ideales de la revolución bolchevique
al principio; pero nuevamente, como en Italia, el totalitarismo acaba
con el futurismo, el estado burocrático de la URSS impone el
realismo-socialista a partir de 1923.
En España el futurismo
se conoció muy pronto con la “Proclama futurista a los españoles”,
que publicó RAMÓN Gómez de la Sena en la revista Prometeo con
el pseudónimo de TRISTÁN en 1910 y comienza así: “¡Futurismo!
¡Insumisión! ¡Algarada! ¡Festejo con música wagneriana!
¡Modernismo! ¡Violencia sideral! (…) ¡Antiuniversitarismo! (…)
¡Iconoclastia! ¡Pedrada en el ojo de la luna!”.
Pero el futurismo en
España no cuajó y aparece esporádicamente en algunos poetas del
ultraísmo y de la generación del 27: Pedro Salinas dedica sendos
poemas a la bombilla eléctrica y a la máquina de escribir y Alberti
dedica un madrigal al billete del tranvía.
EL EXPRESIONISMO ALEMÁN
(1910-1933)
El expresionismo pretende
reflejar una imagen de la realidad deformada por el artista, el
cubismo pretende captar esa misma realidad desde todos los ángulos
posibles, mientras que el futurismo intenta reflejar el movimiento de
dicha realidad. El expresionismo conlleva una deformación de la realidad con el ánimo de descubrir una realidad más profunda y más significativa
El término expresionismo
fue utilizado por primera vez por el pintor francés Julien-Auguste
Herré para designar una serie de cuadros presentados en el Salón de
los Independientes de Paris en 1901, que se oponían al impresionismo
vigente.
Podemos señalar los
orígenes del expresionismo en la filosofía de Friedrich Nietzsche,
Sören Kierkegard y Rudof Steiner, en los dramas de Henrik Ibsen y
August Strinberg y en la novela de Fedor Dostoievsky
Se pueden señalar tres
periodos del movimiento expresionista: el primero abarcará desde su
nacimiento hasta la I Guerra Mundial; el segundo desde la
constitución de la república de Weimar en 1919, hasta la aparición
de la “Nueva Objetividad” en 1927.
Como en el cubismo fueron
los pintores los primeros en trazar las coordenadas del movimiento al
que más tarde se sumarían los escritores. El comienzo de este
primer periodo expresionista debe situarse en 1905 con la publicación
de la revista Die Brücke ("El Puente"), órgano de los pintores
de la escuela de Dresde: Ernst L. Kircher, Erich Heckel y Karl
Schmidt-Rottluff. Posteriormente, en 1911, se publica Der Blaue
Reiter ("El Jinete Azul"), órgano de los pintores de la escuela de
Munich: Franz Marc, Vassili Kandinsky, a quienes se unirá Paul Klee
. En El Jinete Azul se publicará el manifiesto musical (1911)
de los compositores expresionistas: Schönberg, Berg y Webern.
A partir de 1910 aparece el expresionismo literario con las revistas: Der Sturn ("La Tormenta", 1910-1932) dirigida por Herwart Walden; Die Aktion ("La acción", 1911-1932), editada y dirigida por Fran Pfemfert y Die Weissen Blätter ("Las Hojas Blancas", 1915-1921), dirigida por René Schickele (poeta y novelista alsaciano en lengua alemana, uno de los más apasionados defensores del expresionismo). En estos años nace la poesía expresionista, cuyos frutos fueron frustrados por la guerra, ya que muchos poetas jóvenes murieron en el campo de batalla. Y G. Trakl se suicidó muy joven a causa de la guerra, dejando una obra importante.
Der Sturn publicaba poesía y narrativa (las novelas cortas de Alfred Döblin fueron publicadas por primera vez en esta revista); en cambio Die Aktion publicaba preferentemente poesía y lo más característico de esta revista fue su compromiso político. Die Weissen Blätter fue una revista de carácter revolucionario, no sólo en el ámbito artístico, sino también en el ético y político. A partir de 1916 trasladó a Zurich su sede para poder seguir el programa con entera libertad. La revista fue una de las palestras más activas del expresionismo, de tal modo que Thomas Mann definió a su director, René Schickele, como el Führer des Expressionismus (El caudillo del expresionismo)
En 1919 con la caída del régimen kaiseriano y la proclamación de la Constitución de Weimar se inicia un nuevo florecimiento del expresionismo, que responde a las aspiraciones de aquellos años convulsos. Se publica El gabinete del Dr.Caligari de Robert Wiene y Töller estrena el Hombre masa (1921).
El movimiento se va
consolidando y surgen varias antologías: Sinfonía de la joven
poesía de Kart Pinthus y Poesía para la revolución
mundial de Ludwig Rubiner.
Y ya en 1927 es el año
de la aparición de la “Nueva Objetividad” (Neue Sachlichkeit)
y de nuevo serán los artistas plásticos los primeros que vuelven
los ojos a la realidad palpable, tras los excesos subjetivistas del
primer expresionismo. Sin embargo no puede hablarse de un retorno
puro a la estética realista. El acercamiento a la realidad objetiva
se realiza a través de una superclaridad en una atmósfera
inquietante.
A esta fase de la “Nueva
Objetividad” pertenece la estética de la Bahaus, nacida en 1919. Y
en el campo literario también tiene relación el primer Beltolt
Brecht, que estrena “La ópera de tres peniques” en 1926.
El expresionismo abarca
todas las artes y reacciona más contra el orden kaiseriano que
contra la tradición cultural alemana y rechaza la estética
naturalista.
Este movimiento no
pretende reflejar la realidad inmediata, sino la reconstrucción a
partir del yo del artista. El artista expresa la tensión interna de
la realidad que solo se percibe desde la angustia y desde una
concepción atormentada de la vida y del arte.
La expresión de la
tensión interna o esencia espiritual de la realidad desde el yo del
artista debe efectuarse a través del abarrocamiento del estilo y la
experientación formal, llegando a la apología de la fealdad y de la
irracionalidad.
En cuanto a sus
representantes en pintura destacan: Max Beckmann, Otto Dix, George
Grosz, que influyeron en los no alemanes, Alfred Kubin, Eduard Munch
(El grito), Georges Rouault y Amadeo Modigliani; y en España en
Isidro Nonell, José Gutiérrez Solana, Rafael Zabaleta y el joven
Picasso.
En música sobresalen los
compositores: Gustav Mahler, Arnold Schönber, Alban Berg y Antón
von Webern.
En teatro, Reinhard J.
Sorge, Ernst Toller, Georg Kaiser, Hervarth Walden, que ejercen su
influencia sobre el joven Brecht.
Son expresionistas los
narradores, Franz Werfel, Max Brod, Henrich Mann, y los poetas Georg
Trakl, Georg Heyn, Ludwig Rubiner, que influyeron en Rainer M.
Rilke.
Son expresionistas los
directores de cine: Robert Wiene, Paul Leni, Fritz Lang, Friedrich W.
Murnau y más tarde Josef von Sternberg y Orson Welles.
Los expresionistas
mostraron una gran pasión por el drama musical, que requiere la
colaboración de pintores, directores de escena, actores, cantantes y
escritores. Son famosas los óperas de Alban Berg (“Lulú), las de
A. Schönber, las de Antón von Webern con textos de Trakl y las de
Kart Weill con textos de Brecht (Dreigroschenoper).
En literatura hay una
preeminencia de la novela y el drama sobre la poesía. La poesía
expresa un sentimiento de descontento y horror ante el absurdo de la
I Guerra Mundial y exaltan el pacifismo y la solidaridad humana, que
derivó, después, hacia el compromiso político.
Franz Werfel publica El
amigo del mundo (1912); pero el poeta más destacado del grupo es
Georg Trakl con Poesías, Sebastián en el sueño. Y en cuanto
a la poesía politizada tenemos a Ludwig Rubiner con Poesía para
la revolución mundial y Camaradas de la revolución mundial.
Por lo que se refierea
la novela y con el tema de la rebelión de los hijos (conflicto
generacional) tenemos : El hijo (1914) de Walter Hasenclever,
y las comedias Una generación (1916) y La plaza
(1920) de Fritz von Uruh. Pero donde el tema del parricidio
alcanza el culmen es en la novela: El asesino no es el culpable,
sino la víctima de Franz Werfel.
Narrador expresionista
sobresaliente fue Alfred Döblin (1878-1957), que publicó la novela
Berlín Alexanderplast en 1929, en la que presenta la
experiencia de un trabajador que sale de la cárcel y emplea técnicas
de collage, monólogo interior, descripciones con técnicas de
fotomontaje y la voz crítica del autor- narrador.
Por último podemos decir
que los artistas expresionistas jamás pactaron con el nazismo y
sufrieron la persecución, el exilio, la cárcel y hasta el suicidio.
El movimiento
expresionista fue abolido por el régimen nazi en 1933, tachándolo
de ‘arte degenerado’.
BIBLIOGRAFÍA
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proclamas, panfletos y textos doctrinales. Las vanguardias
artísticas en España (1910-1931), Editorial Castalia,
Madrid, 1979
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John, Los vanguardistas españoles, Alianza Editorial, Madrid,
1973
De Michelle, Mario, Las
vanguardias artísticas del siglo XX, Alianza Editorial, Madrid,
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Plebe Armando, qué es verdaderamente EL EXPRESIONISMO, editorial Doncel, Madrid, 1971
Plebe Armando, qué es verdaderamente EL EXPRESIONISMO, editorial Doncel, Madrid, 1971
Torre Guillermo, de,
Historia de las literaturas de vanguardia I, Guadarrama,
Punto Omega, Madrid, 1974.
1 . Torre Guillermo de, Historia de las literaturas europeas de vanguardia I, Guadarrama, Madrid, 1974, en “Una síntesis de manifiestos”, pp. 131-132
2
. O. Cit. p. 136
3
. O. cit. p. 160
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